Hoy 25 de marzo se celebran treinta y ocho años de la primera aparición de la Virgen María en territorio venezolano en el Santuario Mariano Diocesano de Betania, María, Reconciliadora de los Pueblos, ubicado entre Cúa y San Casimiro, así lo reseñó El Aragueño.
“Vengo con mi hijo en brazos para reconciliarles a todos”, esta frase es parte del mensaje que le dejó la Santísima Virgen a la sierva de Dios María Esperanza de Bianchini el 25 de marzo de 1976.
La reconciliación en general significa reparar una relación dañada. El sacerdote norteamericano Timothy Byerley, vicepostulador de la causa de beatificación de la sierva de Dios María Esperanza, comentó que ella vivió una profunda relación con Cristo a través de la Virgen, esto ejemplifica la reconciliación vertical con Dios y ésta nos conduce a la reconciliación horizontal, es decir, entre hermanos.
Para lograrlo hay que dar el primer paso, tener el deseo de reconciliarse, comenzando por la familia, la cual a veces está separada y ni siquiera se recuerda cuál fue el motivo de dicha separación, por lo que era importante moverse rápido hacia la reconciliación. La sierva de Dios decía que sin reconciliación no podía haber paz en el mundo, que había que respetar a los hermanos con ideologías y creencias diferentes, respetarlos por el amor a Jesús, porque es el mandamiento que Él dejó, y exhortaba a iniciar la reconciliación con un