¿Por qué las cebras lucen esas vistosas rayas blancas y negras? Esta pregunta ha intrigado a los científicos y al público en general durante siglos. Ahora, un equipo de la Universidad de California, Davis, cree tener la respuesta, que ha publicado en la revista online Nature Communications. Resulta que los mosquitos que pican, incluidos los tábanos y las moscas tse-tsé, son el motor de la evolución de esa espectacular piel. abc.es
El motivo de que las cebras tengan rayas ha sido objeto de debate desde que Alfred Russel Wallace y Charles Darwin se fijaran en esta incógnita hace 120 años. Entre las hipótesis que se han tenido en cuenta se encuentra que sea una forma de camuflaje, la interrupción del ataque de un depredador confundiéndole visualmente, un mecanismo de gestión del calor, una función social o evitar el ataque de parásitos, como los mosquitos.
El equipo identificó la distribución geográfica de siete especies de cebras, caballos y asnos, y de sus subespecies, señalando el espesor, la ubicación, y la intensidad de las heridas por picaduras en varias partes de sus cuerpos. Su siguiente paso fue comparar la distribución geográfica de estos animales con diferentes variables, incluyendo áreas boscosas, rangos de grandes depredadores, la temperatura y la distribución geográfica de las moscas tse-tsé y los tábanos. Después, examinaron dónde se ubican los animales rayados y superpusieron estas variables. Tras el análisis de las cinco hipótesis, los científicos descartaron todas menos una: la de las moscas chupadoras de sangre.
«Me quedé sorprendido por los resultados», afirma el autor Tim Caro, profesor de biología en Davis. «Una y otra vez, comprobamos una mayor creación de rayas corporales en aquellas partes del mundo donde los mosquitos son más molestos».
Pelo corto
Pero, ¿por qué las cebras evolucionaron para tener rayas mientras que otros mamíferos de pezuña no lo hicieron? El estudio encontró que, a diferencia de otros mamíferos de pezuña africanos que viven en las mismas áreas que las cebras, estas tienen el pelo más corto que la longitud del aparato bucal de los molestos mosquitos, así que las cebras pueden ser particularmente susceptibles a la irritación por las picaduras.
«La resolución de enigmas evolutivos aumenta nuestro conocimiento del mundo natural y puede provocar mayor compromiso con la conservación», señala Caro. Sin embargo, en la ciencia, una enigma resuelto puede engendrar otro: ¿Por qué los insectos que pican evitan las superficies rayadas? Estudios anteriores han demostrado que los mosquitos tienden a evitar las superficies rayadas en blanco y negro, así que ahora el debate evolutivo debe abordar este asunto.