Los manifestantes que hoy atendieron a la convocatoria para acampar en una plaza de Caracas para pedir la liberación del dirigente opositor Leopoldo López fueron dispersados por policías con bombas lacrimógenas, perdigones e incluso piedras, hecho que dejó varios heridos, según fuentes de la oposición.
“Nos empezaron a reprimir como a las 6.00 de la tarde (22.30 GMT), vinieron policías desde varios ángulos, y empezaron a disparar perdigones y bombas lacrimógenas a los jóvenes que estaban allí en resistencia pacífica”, dijo a Efe el diputado del partido fundado por López, Voluntad Popular (VP), Juan Guaidó.
El parlamentario señaló que fueron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) los que dispersaron a los manifestantes que estaban en la plaza y reprimieron a otros que caminaban hacia otra concentración opositora a unas dos cuadras del lugar.
“Ahí se dispersó la vigilia pacífica que habíamos convocado y bueno, vemos cómo se siguen cercenando los derechos”, dijo Guaidó tras señalar que hubo varios heridos, pero que aún no cuenta con la cifra exacta.
Entre los lesionados se encuentra un fotógrafo de la agencia Efe que recibió un impacto de perdigones.
Cientos de manifestantes se habían concentrado más temprano en la Plaza Brión, en el este de Caracas, para iniciar una protesta de 24 horas seguidas para exigir la liberación de los presos políticos.
Los dirigentes de VP habían convocado a una marcha hasta el Tribunal Supremo de Justicia para pedir la liberación de López y estudiantes detenidos en el marco de las protestas iniciadas el 12 de febrero, pero decidieron permanecer en la plaza ante la presencia de un cordón policial.
López fue acusado hoy formalmente por la Fiscalía de los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio, los dos últimos como autor intelectual, un día antes de que venciera el plazo para ello.
El dirigente se entregó a las autoridades el 18 de febrero en una protesta multitudinaria, tras haber sido responsabilizado por el presidente Nicolás Maduro de los enfrentamientos que hubo al término de una marcha pacífica que el 12 de febrero acabó con tres muertos.
El político caraqueño instó a los venezolanos a manifestarse en la calle de manera pacífica hasta lograr la salida de Maduro, a quien ha llamado “dictador”, y abrir paso a una transición a la democracia en el país.
Desde entonces Venezuela vive una ola de protestas antigubernamentales que en ocasiones se han tornado violentas y que han dejado un saldo de 39 muertos, 608 heridos y 2.285 detenidos, de cuales casi dos centenares permanecen en prisión. EFE