La creciente represión oficial en Venezuela está fuera de control. Hoy es difícil señalar si son más sanguinarios los paramilitares financiados por el gobierno que disparan y asaltan con impunidad a quienes protestan, o los cuerpos de seguridad del Estado al mando de fanáticos e ideologizados funcionarios que no solamente reprimen con ferocidad a estudiantes y ciudadanos, sino que protegen y entrenan a los grupos violentos que delinquen con total libertad.
Mientras leía el informe del Foro Penal que reporta 2.118 detenciones hasta el 2 de abril (332 en el Zulia como resultado de los escuadrones del terror en Palaima, custodiados por la GN, que dejaron 12 denuncias de tortura que se suman a las 59 oficializadas antes), nos llega el jueves un SOS de la UCV denunciando la “salvaje agresión” de que fueron víctimas los estudiantes, primero de la GN, que les impidió iniciar la marcha con lacrimógenas, perdigones. y detenciones, y luego emboscados por los motorizados y “colectivos” oficialistas que portaban armas de fuego, palos, navajas, y dispararon, golpearon y hasta desnudaron a varios estudiantes, rompieron carteleras, pupitres y lo que encontraban a su paso, bajo la complicidad de la GN, que seguía impidiendo la salida estudiantil del recinto universitario (EN 04-04-14). Siete estudiantes sufrieron heridas abiertas, fracturas y contusiones. Las imágenes atroces que circularon en Internet y en la prensa del país dan prueba de la inmunidad que Maduro ha otorgado a estos escuadrones del terror, pues varios aparecieron sin capucha, pistola en mano y disparando, seguros de que nunca van a ser juzgados, ni encarcelados, porque tienen licencia para robar, violar y matar. Mientras esta barbarie ocurría en la UCV, Maduro, en cadena, creaba el “Consejo de Derechos Humanos”, cuyos miembros son los ejecutores de la represión, violadores de la “Bicha” y victimarios de la soberanía popular. Allí están los ministros de la Defensa y del Interior, la defensora (del gobierno), fiscal, presidenta del tsj, activas en la negación de justicia y en complacer los desafueros de Maduro, como despojar a los alcaldes Scarano y Ceballos de sus cargos logrados por masiva votación popular, y a la diputada Machado (la más votada de la AN). Acciones que abren el camino a La Haya.
A pesar de la actitud de los beneficiarios de nuestro petróleo en la OEA y la reticencia de otros gobiernos a reconocer que en Venezuela se violan todos los derechos humanos, las cosas están cambiando en el mundo. España suspendió la venta de material antidisturbios a Venezuela de manera indefinida, decisión que toma “ante la alarma que causó en el Gobierno español la violencia desatada en el país tras las protestas” (EU 04-04-14) La Unión Europea aprobó una declaración muy crítica sobre la represión oficial y la censura a los medios. Numerosos parlamentos del continente y del mundo han expresado su rechazo a la deriva totalitaria y violencia del régimen de Maduro (EEUU, México, Perú, Guatemala, Costa Rica, España y otros). Que el Senado de Brasil invitase a María Corina demuestra cuán autónomos son de la posición de su gobierno. Que un periódico tan legendariamente de izquierda como Le Monde dedicase un duro editorial contra la violencia sanguinaria de Maduro y la ruina del país, prueba de cómo es visto en el mundo.
La represión, torturas y allanamientos acrecientan las protestas: Todo el país está resistiendo los embates oficiales. Estudiantes y ciudadanos siguen tomando las calles. En varios lugares las protestas unen a barrios populares con zonas de clase media. Gremios, sindicatos y la Iglesia juzgan el régimen cada vez más dictatorial. La enérgica condena de la Conferencia Episcopal acusa que tras el“Plan de la Patria se esconde un sistema totalitario” negador de la democracia, retrata la miseria del país y rechaza la brutal represión a la disidencia política”. Muchos igualan este mensaje de la CEV al de Monseñor Arias Blanco, previo a la caída de la dictadura de Pérez Jiménez.
Todas las encuestas registran que el chavismo es minoría; que más del 55% cree que el gobierno de Maduro no es democrático; más del 60% no duda que Leopoldo López es un preso político (lo cree hasta un 47% de los oficialistas); 54% pide que Maduro renuncie; 75% considera negativa la situación del país; 63% culpa al gobierno de la escasez: más del 60% está de acuerdo con las protestas; 63% dice que la FANB tortura, etc. No hay cifra favorable al gobierno, por eso la represión brutal. Nicolás pierde apoyo cada día y el país es una caldera hirviendo con el combustible de la inseguridad, inflación, escasez y represión. Maduro se ha convertido en el enterrador del proyecto plebiscitario de Chávez. RIP.