El régimen decidió enfrentar la protesta con mayor represión, se resisten a aceptar los motivos del derrumbe del “socialismo del siglo XXI”. Entre los instrumentos de represión están las bombas lacrimógenas, cuando el artículo 68 de la Constitución prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones. En dos meses de protesta van alrededor de cuarenta muertos, muchos de ellos con tiros en la cabeza; heridos de balas, jóvenes torturados, miles de presos y la ciudad de San Cristóbal, entre otras, en ruinas, con su alcalde arbitrariamente preso. Y la protesta callejera pareciera que gradualmente tiende a ampliarse a todo el país.
La represión política con armas químicas
Medios de comunicación independientes, ONG´s y las Universidades han hecho aportes importantes en materia de defensa de los Derechos Humanos. Y cómo enfrentar las distintas modalidades del terrorismo de Estado en Venezuela; entre las contribuciones destaca un escrito de la profesora Mónica Kräuter, de la USB, sobre las bombas lacrimógenas y cómo protegernos. Señala la profesora que “las bombas lacrimógenas son armas químicas que en principio no deberían ser letales, tampoco lo son los perdigones pero han muerto personas por su uso inadecuado y desproporcionado”. Según la profesora, muchas de estas bombas están vencidas y son del tipo Gas CS; el cual es un polvillo muy fino, blanquesino, muy ácido y poco soluble en agua, cuyo componente principal es el clorobenzilideno malononitrilo. “El Gas CS, con el tiempo tiende a concentrarse más el malononitrilo y este a su vez podría degradarse a cianuro de hidrógeno y cianuro que son tóxicos…También puede descomponerse en ácido clorhídrico, óxidos nitrosos, monóxido de carbono, cloruro y fosgeno entre otros, todos ellos con peligrosidades asociadas”.
Por otra parte agrega la profesora Kräuter que buena parte de la gravedad del uso de estas armas químicas es que las bombas que tienen procedencia CAVIM en sus especificaciones no reportan ni fecha de elaboración ni fecha de vencimiento, tampoco tienen información sobre la composición química del gas y de sus efectos.
¿Cómo defendernos de las bombas?
Indica la profesora Kräuter que una de las formas, entre otras, de protegerse contra la acción del Gas CS, es con el uso de una mascarilla que pueda filtrar partículas sólidas sólo si la membrana de la mascarilla logra atrapar partículas con tamaños menores a 60 micrones. Además agrega que, para neutralizar el Gas CS se puede utilizar un trapo humedecido con bicarbonato de sodio y antiácidos como el Malox o Almax diluidos en agua; no usar vinagre, ni pasta dental ni vick vaporud; si se presenta una irritación en la piel usar caladryl. Y para la irritación de los ojos diluir una cucharadita de ácido bórico en medio litro de agua y enjuagarse.
Señala la profesora Kräuter que, si se recogen las bombas con la mano hay que hacerlo con unos guantes industriales gruesos, (de cocineros o de obreros del metal), que soporten más de cien grados centígrados. Agrega que las bombas no deben devolverse a las fuerzas represivas, hay que tratar de colocarlas en un radio donde afecten lo menos posible o ahogarlas en un balde con una solución saturada de bicarbonato de sodio o agua. Las bombas emitirán su contenido mientras la presión interna sea superior a la presión atmosférica, dice textualmente en su escrito, la investigadora.
Una Misión Internacional
Finalmente, así como fuerzas internacionales entraron en Siria para detener el uso de armas químicas contra la población civil; en Venezuela, también para protegernos, hay que ir pensando en la posibilidad de solicitar la presencia de una Misión imparcial e independiente para detener igualmente la feroz represión y el terrorismo del Estado venezolano contra las manifestaciones y la protesta pacífica.
@CastilloHernan