Investigadores han descubierto unos pequeños insectos que habitan en cuevas de Brasil y practican una novedosa vida sexual. Estas criaturas, que representan cuatro especies distintas pero relacionadas con el género Neotrogla, son el primer ejemplo de un animal con genitales de sexo invertido.
«Aunque la inversión de roles en el sexo ha sido identificada en varios animales diferentes, Neotrogla es el único ejemplo en el que también se invierte el órgano copulador», dice Kazunori Yoshizawa, de la Universidad de Hokkaido en Japón, cuya investigación aparece pubilcada en la revista Current Biology.
Cuando la hembra tiene el pene
Cópula de insectos
Durante la cópula, que dura de unas impresionantes 40 a 70 horas, los insectos hembra insertan un elaborado órgano como un pene en la apertura muy reducida, como una vagina, de los machos. Los investigadores especulan que los órganos sexuales de los insectos y la inversión de roles sexuales pueden haber sido incitados a través del tiempo por el ambiente de escasos recursos de la cueva en la que viven los insectos. Los machos proporcionan a las hembras regalos seminales nutritivos, además de los espermatozoides, por lo que es ventajoso para las hembras para aparearse a un ritmo mayor.
Al principio, Rodrigo Ferreira, de la Universidad Federal de Lavras, en Brasil, se centró en la descripción de las especies en el ambiente de la cueva donde vive Neotrogla. Envió algunos especímenes a un especialista en insectos, Charles Lienhard, en Ginebra, quien los reconoció como un nuevo género. Lienhard también descubrió que las hembras estaban dotadas con un impresionante órgano sexual, un pene.
Cuando la hembra tiene el pene
Vista lareal de la cópula
Yoshizawa se unió al equipo para echar un vistazo más cercano. Para obtener más información, los investigadores observaron el comportamiento de apareamiento de las cuatro especies y descubrieron que la estructura parecida al pene, denominada gynosome, se inserta en los varones y se utiliza para recibir generosas cápsulas de alimentación y espermatozoides. Una vez dentro del macho, la parte membranosa de la gynosome femenina se hincha y numerosas espinas anclan internamente a los dos insectos.
Bien sujetos
En una ocasión, cuando los investigadores trataron de tirar de un macho y una hembra para separarlos, el abdomen del macho fue arrancado del tórax sin romper el acoplamiento genital. En otras palabras, según los investigadores, parece que las hembras los tienen bien sujetos.
Los Neotrogla ofrecen nuevas oportunidades para poner a prueba las ideas sobre la selección sexual, el conflicto entre los sexos, y las novedades evolutivas. «Será importante para dar a conocer por qué, entre muchos animales con un rol sexual invertido, solo estos evolucionaron en un pene femenino elaborado», dice Yoshitaka Kamimura, de la japonesa Universidad de Keio.