Peregrino de su pluma partió de este mundo. Gabriel García Márquez enmarcó su vivencia en cada una de sus obras, obras en las que con su realismo mágico liberaba un verbo lírico y embrujador para contar las fábulas de una humadidad miserable y grandiosa. laverdad.com
Fueron más de 40, su compromiso con la literatura era tan importante como el nacimiento de Macondo. Para Gabo, como le decían cariñosamente, El amor en los tiempos de cólera era su mejor libro por la humanidad que en él hay, y Cien años de Soledad era un libro mítico al que nunca le restó sus méritos y del que surgieron varios libros más. Siempre tuvo la idea de que debía escribir una novela en la que sucedira todo, y en ese todo tenía que estar la memoria de Aracataca, sus fantasía, su supersticiones y angustias.
A partir de Cien años de soledad, que nació al cabo de 14 de meses, García Márquez desarrolló una importante carrera literaria con obras como Relato de un náufrago o El otoño del patriarca, al mismo tiempo que publicaba numerosos ensayos, impregnados de sus ideas políticas. Es en 1981 cuando se consagra definitivamente con Crónica de una muerte anunciada, novela que inclina a su favor la balanza del Premio Nobel de la literatura 1982.