Intelectuales hondureños exaltan la obra de Gabriel García Márquez

Intelectuales hondureños exaltan la obra de Gabriel García Márquez

La obra de Gabriel García Márquez fue exaltada hoy por el escritor Julio Escoto, para quien la “pródiga memoria” del Premio Nobel de Literatura 1982 “ingresó por fin a la maravilla mágica de Macondo”, mientras que el periodista Manuel Torres señaló que su obra “como legado es inmensa”.

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“Va a parecer exagerado, pero García Márquez es el partero de la identidad literaria latinoamericana moderna”, indicó Escoto a Efe.

Agregó que gracias a García Márquez y sus colegas del auge “dejamos de depender en absoluto de los modelos estéticos europeos en el trabajo de la palabra, para cuyo logro reconquistó las leyendas, tradiciones, fábulas y mitos de la latinoamericanidad y los puso en solfa propia, no en solfa interpretada por folcloristas o antropólogos europeos”.





“Mucha gente se siente apesarada por la muerte de Gabo, pero nadie nos dijo ni nos prometió que fuera inmortal. El hombre dejó la obra magnífica que le permitieron sus brillantes capacidades y como la flor que exhala perfumes se marchitó y apagó, proceso natural”, enfatizó Escoto.

Agregó que no lamenta la muerte de García Márquez acaecida el pasado jueves en la Ciudad de México, sino que más bien agradece “haber coexistido en la misma temporalidad con ese genio y haber disfrutado sus creaciones”.

“Y como es obligado en el ciclo de la vida, dijo adiós; apagó para siempre -él, el recordador- su pródiga memoria, ingresó por fin a la maravilla mágica de Macondo. No lo lloramos, lamentamos sólo que no lo veremos físicamente más, pero su obra queda con la más alta dignidad estética posible”, expresó Escoto.

En opinión del escritor hondureño, un novelista y ensayista con maestría en literatura hispanoamericana, “tendrán que transcurrir otros cien años para que aparezca un nuevo y tan diestro cultor de la soledad”.

Manuel Torres, miembro de la Junta de Dirección Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), dijo a Efe que “hay mil maneras de recordar y tener presente a Gabriel García Márquez”, y que “culturalmente su aporte sociológico fue tan descomunal como el literario”.

“Me atrevo a decir que para muchos de mi generación en América Latina ‘Cien años de soledad’ nunca fue considerada sólo una novela, sino que aportó un nuevo enfoque para entender nuestro continente desde varias perspectivas, como la sociológica, antropológica, política, histórica y periodística”, agregó.

García Márquez también “aportó una visión sistémica de la familia y el poder. Registró los hechos literarios en el contexto en el cual se daban y no aislado de su ambiente, quizá eso permita entender su convencimiento de que la realidad siempre supera la ficción”, enfatizó el también analista hondureño.

Torres considera que en las páginas de “Cien años de soledad” el lector se tropieza con historias y personajes conocidos, por inverosímiles que parezcan.

“No resulta extraño que ‘Cien años de soledad’ se haya convertido en el referente literario dominante para quienes nos involucramos en los movimientos sociales”, dijo Torres.

García Márquez convocaba en su obra a no tener una visión reduccionista de América Latina y su devenir en el tiempo, agregó.

“En ‘Cien años de soledad’ se encierra un ensayo de la sociedad que advierte, teniendo como trasfondo Colombia, que nuestra realidad común es tan predecible como impredecible y que tiene códigos que hacen que su lectura no sea únicamente resultado de la suma de las partes o explicada a partir de dogmas”.

“Sin duda, cuando se dobla la última página de ‘Cien años de soledad’, la polvorienta y mágica América Latina aparece como un todo en el cual la cultura es un instrumento imprescindible para intentar comprender qué ha sido de ella”, apostilló.

García Márquez, quien también fue el principal referente en las aulas universitarias para distintas generaciones de periodistas hondureños, falleció en México a los 87 años.

Gabo, como también se le conoció, será homenajeado mañana en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana en un acto para el que ya se ha confirmado la presencia de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Enrique Peña Nieto. EFE