La tradición se ha mezclado con la actualidad en Venezuela: este Domingo de Resurrección, un grupo de estudiantes opositores ha aprovechado la «fiesta del Judas» —muy popular en latinoamerica— para quemar como siempre un muñeco… pero a imagen y semejanza del presidente venezolano Nicolás Maduro y otros altos cargos de su Gobierno, publica abc.es.
Cortando el tráfico en diferentes puntos de la ciudad, los estudiantes han protestado contra lo que llaman la «dictadura del señor Maduro» y han asegurado que su objetivo es intentar «resucitar» la democracia. De hecho, ya hace tres meses que los estudiantes salen a la calle.
Así, en Santa Fe se ha quemado un muñeco de trapo con la cara del mandatario, mientras que en Prados del Este se han quemado 33 muñecos, algunos de ellos con la cara del presidente cubano, Raúl Castro; el ministro de Exteriores venezolano, Elías Jaua; y el gobernador del estado de Aragua, Tarek El Aissami.
Por otra parte, en Santa Sofía el Judas ha representado a la crisis en la sanidad, en Santa Paula a la crisis educativa y en Santa Marta las violaciones de la Constitución, según ha informado el diario venezolano «El Universal».
En Chacao se ha prendido un monigote con el nombre «Fuerzas represivas del Gobierno», en el que los presentes han colocado perdigones y cartuchos de gases lacrimógenos y han pegado etiquetas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Agentes de la PNB y la GNB han intervenido posteriormente lanzando gases lacrimógenos contra los presentes, que también quemaron muñecos con la cara de Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Por otra parte, en la localidad de Catia han incendiado varios muñecos en representación de altos cargos de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), así como de la senadora María Corina Machado y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López.
La crisis política en Venezuela estalló el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, que ya ha dejado 41 muertos, 674 heridos y 175 detenidos.