El 11 de abril de 2014, el mismo día de la inauguración del Festival de Teatro de Caracas -¿habrá sido esto una señal?- se transmitió desde el Palacio de Miraflores en cadena nacional encuentro entre representantes del gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) generando por igual expectativa y escepticismo. Dos semanas después, tras una nueva reunión entre los protagonistas, apenas se llega a un acuerdo para crear mesas de trabajo para analizar los puntos solicitados. Con esta dinámica se discutirá sobre la amnistía de presos políticos cuando Manuela maneje para visitar a su papá Leopoldo a la cárcel, cuando el Comisario Iván Simonovis haya corrido la suerte de Franklin Brito o se hablará sobre desarme de irregulares cuando los “Tupamaros” o el colectivo “La Piedrita” formen parte de las zonas educativas del país, por ejemplo.
La verdad es que ofrecer soluciones burocráticas, discutir con totalitarios que no van a ceder mientras tengan el poder y limitar nuestro futuro a salidas electorales, pese a la incongruencia de denunciar que la crisis política que hoy se vive es producto del fraudulento proceso electoral que llevo a Maduro a la Presidencia de Venezuela y que no pudo ser auditado por la complicidad de los Poderes Públicos, demuestra que esta fracción de la oposición política nacional (MUD) está lejos de entender las necesidades del país. Por su parte, el mensaje del gobierno respecto al diálogo ha sido claro, por activa y por pasiva.
Activamente han dicho que es momento de justicia “dura y severa” -que ironía-, dando con ello un portazo a la propuesta de amnistía pese a ser eje central del diálogo. Los encuentros le han servido para hacerse la foto para la prensa extranjera pero luego desde sus asientos habituales y amplia gama de medios de comunicación se desvinculan de representantes de la MUD y lanzan por tierra cualquier posibilidad de acuerdo, les dejan bien en claro a sus seguidores que no van a conceder nada a la oposición buscando con ello aplacar cualquier tipo de imagen negativa que suponga debilidad ante quienes se les ha vendido que esa oposición es enemiga de sus intereses y la culpable de todos los males de la nación. El gobierno está claro, sus seguidores están claros, los estudiantes y sociedad civil no oficialista están claros, son los miembros de la MUD los que insisten en hacer de tontos útiles, sabrán ellos que buscan conseguir realmente, esperemos por su bien, por el nuestro y por el de las generaciones futuras que su postura obedezca a un plan mayor bien estructurado, que aunque no sea evidente para nosotros se oriente a lograr un bienestar colectivo, Venezuela no está para individualismos, es un momento donde debemos buscar un objetivo común y general.
Por pasiva, con la presencia de José Vicente Rangel, un líder Tupamaro y Didalco Bolívar como representantes del gobierno nacional en la referida mesa de acuerdos también se dijeron muchas cosas sin articular palabra. Mostrar a José Vicente Rangel como especie de Sumo Sacerdote es un golpe de pecho, deja en evidencia que su proyecto político nacido para combatir los males de “la Cuarta” no solo los conserva sino que los ha incrementado exponencialmente, da fe de su fracaso mostrando por bandera a una figura que personifica per se el pasado político y el “puntofijismo” que pretendían erradicar. Acompañarse de un representante de los colectivos nos dice que ellos integran y están guarecidos por el gobierno, no los van a desarmar y no los van a procesar judicialmente por lo que han hecho (por ahora, como dijo “el Eterno”) son los corsarios del régimen. Finalmente, un guabinoso como Didalco Bolívar muestra lo politizado que es nuestro sistema de justicia. El exgobernador mientras pertenecía a las filas del oficialismo hizo y deshizo libremente, luego que salto la talanquera fue acusado por el Ministerio Público por corrupción y tuvo que huir del país y pedir asilo político en Perú. Ahora vuelve apoyando al gobierno y sus crímenes fueron olvidados, al punto que se le da la solvencia moral de sentarse en una mesa de diálogo nacional, lo que demuestra que antes se uso el sistema de justicia para perseguirlo políticamente siendo inocente, solo por contrariar al gobierno; o que sí es culpable de corrupción pero por apoyar al gobierno la justicia lo ampara y se hace la ciega con sus delitos.
Hasta ahora los resultados del diálogo van dando razón a los escépticos, lástima que Maduro sea tan gris y no le de por lo menos un poco de diversión al parapeto, con un poco de creatividad podríamos tener un pasatiempo nacional. Alguien debería regalarle a Maduro el libro de Suzanne Collins “Los juegos del hambre” (The Hunger Games) para que haga un poco del presidente Snow y monte un “reality show” con música de Roque Valero y conducido por Winston Vallenilla, con amenazados por el público y la expulsión de un miembro por cada reunión, mejor que el aburrimiento que hemos visto ¿no? Pensándolo bien esto nos llevaría a desconfiar del conteo de las llamadas por parte del CNE ya que siempre serían los de la MUD los amenazados por el público, la Defensora del Pueblo salvaría a los del gobierno en caso de ser señalados y no faltaría una marcha contra el racismo cuando Aristóbulo sea amenazado. Mejor lo dejamos así.
Lo cierto es, volviendo a la caótica realidad, que el gobierno tras la cortina de humo, literalmente hablando, ha colado devaluación de la moneda, aumento de precios -violando su propia ley de precios justos-, incremento de las tarifas de transporte público y se prepara para subir la gasolina y modificar el programa educativo del país. Del mismo modo, aunque insisten en etiquetar todo bajo el sello de la paz: reuniones por la paz, economía de paz, ministerios de paz, soldados y colectivos por la paz y balas de la paz, lo innegable es que siguen demostrando su talante totalitario. En estos más de dos meses de protestas el gobierno ha adoptado diferentes estrategias maquiavélicamente diseñadas (tutoría cubana) para amedrentar a sectores estratégicos y así dar continuidad a su “Plan de la Patria”
Para mantener controlada a la prensa han censurado a medios de comunicación expulsando a canales y corresponsales extranjeros por transmitir la represión, negando papel a los periódicos y permitiendo que periodistas sean fichados, maltratados, robados y su material destruido, siendo la guinda del pastel el secuestro de Nairobi Pinto; han privado de libertad a decenas de miembros de las Fuerzas Armadas, entre ellos tres Generales sin antejuicio de mérito para evitar que el orden constitucional sea restituido; tras las reja Leopoldo López para neutralizar su liderazgo y crear un precedente para los que pretendan recoger su batuta; destituyeron a María Corina Machado como Diputada de la Asamblea Nacional para demostrar su poder y dejar en claro a diputados de oposición u oficialistas descontentos cual puede ser su destino; encarcelaron a los Alcaldes de San Cristóbal, Daniel Ceballos, y San Diego, Enzo Scarano como amenaza para el resto de alcaldes y gobernadores que no se presten a reprimir las protestas en los términos (inconstitucionales) que el gobierno demanda; preso el Director de la Policía del Municipio San Diego para recordar al resto de mandos y demás fuerzas de seguridad ciudadana (por si acaso han olvidado a Simonovis) que el gobierno y su aparato de justicia están por encima de la autonomía que la ley les reconoce en el ejercicio de sus funciones; y han detenido abogados y médicos por asistir estudiantes, con el objeto que sus colegas no se sumen y fortalezcan al combatiente movimiento estudiantil; sin que pueda desvincularse el precedente de la jueza Afiuni para que los jueces del país no se salgan del carril.
Mención aparte merece el trato que han dado a los estudiantes, a quienes infructuosamente han tratado de someter persiguiéndolos, allanándolos, secuestrándolos, deteniéndolos, torturándolos y ajusticiándolos, siendo el último recurso empleado el de asesinar a algunos de esos desaparecidos y tirarlos al río Guaire en bolsas negras para hacerles ver que la lucha por la libertad se paga con sangre y para aterrorizar a sus familias en un intento desesperado de que sus seres queridos, por miedo, los hagan desistir de sus protestas.
Frustra a este gobierno que sean los jóvenes estudiantes universitarios, que en promedio tenían de 2 a 5 años cuando Chávez asumió el poder, es decir, que crecieron en el período “bolivariano de la V República”, quienes sean los destinados a enfrentar hasta sus últimas consecuencias a esta dictadura disfrazada de revolución socialista, por ello, desde su prepotencia cimentada en el terrorismo de estado, jurándose invencibles y eternos, Maduro y sus acólitos, para que esto no vuelva a pasarles con una nueva generación pretenden simular una consulta nacional para implementar la Resolución 058, por la cual buscan supeditar la educación venezolana a la ideología socialista, exaltando falsos valores, reescribiendo la historia y glorificando la imagen de Chávez como el salvador de la Patria. Se quiere hasta vender la idea a futuras generaciones que Bolívar fue amamantado por una cubana, no se extrañen si agregan que el brindis de la firma del Acta de Independencia fue con mojitos y que Francisco de Miranda es antecesor del Che Guevara.
Una apuesta peligrosa sin duda, si esta mano del programa educativo la gana el gobierno la cubanización de Venezuela habrá sido alcanzada. Pero toda ganancia engendra un gran riesgo, en este caso, imponer la voluntad del Estado sobre la voluntad de los padres. De acuerdo a mi experiencia personal, siendo testigo de excepción de mi esposa y mi madre, ambas abnegadas, protectoras e indomables cuando de proteger a sus hijos se trata, se que esta empresa será las más difícil de las que hasta ahora se han planteado estos gobernantes en estos últimos quince años. Maduro subestimó a los estudiantes porque ni él ni la mayoría de su entorno militar han sido universitarios, desconocen su espíritu, convicción y su rol en la obtención de la libertad y la democracia. Madre tampoco ha sido ni podrá serlo, por lo que también desconoce lo que ellas pueden hacer por resguardar a sus hijos, esta consulta nacional y su oscuro fin quizás sea la chispa que termine por encender esa candelita en la sociedad venezolana que no podrá extinguirse hasta restituirse el orden constitucional, económico, social y moral que la mayoría del país reclama.
Maduro y su círculo de poder juega a sembrar el miedo, su política de estado es el terrorismo, usan las instituciones, en especial el Poder Judicial y su mega Sala Constitucional para dar advertencias claras y directas, para crear pánico y zozobra en todos los sectores de la sociedad civil, para sostenerse en el poder sobre la base del terror. Pero cada día que pasa baja en intensidad ese miedo, se va acostumbrado el aterrado a tenerlo presente, aprende a conocerlo, lo domina y en algún momento lo vence; como dijera Eleanor Roosevelt “Ganas fuerza, coraje y confianza por cada experiencia en la que realmente dejas de mirar al miedo a la cara. Te puedes decir a ti mismo, ‘He sobrevivido a este horror y podré enfrentarme a cualquier cosa que venga’. Debes hacer lo que te crees incapaz de hacer”
No ha podido con los estudiantes y ahora quiere abrir un frente contra las familias venezolanas, no ha podido vencer la generación de estudiantes presente y piensas que podrá hacerlo con las generaciones pasadas (padres) y futuras (hijos). Rézale a quien le tengas fe Maduro, habla con los pájaros, con los árboles o con la piedras, vas a necesitar mas que suerte.
Abogado venezolano con experiencia en derecho administrativo y electoral. Twitter: @mmoros