Berlusconi de nuevo en el ojo del huracán por sus salidas inoportunas

Berlusconi de nuevo en el ojo del huracán por sus salidas inoportunas

El exjefe de gobierno Silvio Berlusconi se encuentra de nuevo en el ojo del huracán por sus declaraciones inoportunas y ataques a la justicia, con lo que infringe las reglas que debe respetar mientras purga su condena en un centro de asistencia para ancianos y discapacitados.

Berlusconi, de 77 años, condenado definitivamente en agosto a cuatro años de prisión por fraude fiscal, reducidos a uno gracias a una amnistía, debe comenzar en pocos días a cumplir su pena con trabajos en beneficio de la comunidad en lugar del arresto domiciliario, lo que le da mayor libertad de movimiento y de palabra.

El magnate, que deseaba ser candidato en las elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo, fue inhabilitado tras la condena, pero decidió movilizar a sus simpatizantes en un momento difícil para su partido, Forza Italia (FI, derecha), en plena caída, según los sondeos.

Para la justicia italiana debe demostrar “voluntad de querer reinsertarse” en la sociedad a través de la asistencia a ancianos y discapacitados.

Sin embargo, obedeciendo a su estilo polémico y “políticamente incorrecto”, el multimillonario y ex primer ministro de Italia calificó de “ridícula” la idea de que lo “quieran reeducar con trabajos sociales o con charlas cada quince días con una asistente social”, dijo en un programa de televisión.

“Que se disponga que cumpla servicios sociales a un hombre que fue por mucho tiempo jefe de gobierno, que ha sido el único ciudadano de Italia que ha presidido tres veces la cumbre de los ocho países más industrializados, es algo ridículo, no sólo para mí sino para el país entero”, afirmó.

 

– “Los campos de concentración nunca existieron para los alemanes”, dijo Berlusconi –

El sábado pasado volvió a generar escándalo y críticas en toda Europa, y en particular en Alemania, al asegurar en un acto político que “los campos de concentración nunca existieron para los alemanes”.

No se sabe si Berlusconi, con esas arremetidas, rompe con las doce condiciones que suscribió con la justicia milanesa para aceptar una pena leve, que le obliga a ayudar tan sólo por cuatro horas, un día a la semana, a acianos y discapacitados.

El riesgo ahora es que lo envíen a cumplir la condena en detención domiciliaria, lo que según la prensa está evaluando la justicia.

Pese a ello, atacó a la magistratura, al presidente de la República, Giorgio Napolitano, “un rojo profundo”, a su adversario político y cómico antisistema Beppe Grillo, a quien tildó de “Hitler” y aseguró que ha sido víctima de “cuatro golpes de Estado” para derrocarlo.

“Este es el único país de Europa, en el que un condenado por la justicia a la cárcel puede realizar tranquilamente campaña política”, comentó por su parte en la radio uno de los ancianos del centro para ancianos que le asignaron en Cesano Boscone, localizado a las afueras de Milán.

Berlusconi fue condenado en agosto del 2013 por fraude fiscal en la adquisición entre 2000 y 2003 de derechos televisivos para su imperio audiovisual, el grupo Mediaset.

A través de ese sistema el grupo televisivo redujo sus ganancias en Italia y pagó menos impuestos. Se calcula que el fisco dejó de recaudar unos siete millones de euros.

Se trata de la primera condena definitiva para Berlusconi desde que se lanzó a la política en 1994.

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