La escasez de insumos médicos es general. Hospitales y clínicas privadas del país se encuentran desabastecidos casi en su totalidad por la poca diligencia del Gobierno nacional en la entrega de divisas necesarias para importar productos. El Banco de Drogas Antineoplásicas (BADAN) y las Farmacias de Alto Costo denuncian que sus anaqueles no son surtidos de manera sistemática.
Pacientes diagnosticados con patologías como cáncer o sida ven afectado el seguimiento de su tratamiento. Las personas con trastornos mentales no escapan a esta dura realidad.
La institución Fundavida se ha dedicado durante años a la atención de enfermos psicóticos. Las alarmas se encendieron hace dos semanas cuando los principales medicamentos para tratar este tipo de síndromes no aparecen. “En Fundavida contamos con un estimado de 400 usuarios. El proceso curativo de 120 está en crisis por la falta absoluta de clozapina”, denunció Carmen Aquino, vocera del centro.
El insumo es recetado para el tratamiento de esquizofrenia. Sus agentes químicos actúan para frenar la fragmentación de la esfera psíquica ubicada en el cerebro. También evita que los afectados perciban alucinaciones y escuchen voces. Posee una sola versión en todo el país. Su fórmula es indicada cuando los individuos ya no responden de manera efectiva a otras soluciones suministradas. El Colegio Venezolano de Neurosicofarmacología aseguró al personal que la medicina llegaba en julio.
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