El papa Francisco dedicó hoy la oración del Regina Coeli, que sustituye en tiempo pascual al habitual Ángelus dominical, a las madres del mundo, en una jornada en la que se celebra en el Día de la Madre.
En esta jornada, el pontífice también dedicó el rezo de esta oración a los jóvenes del mundo que, dijo, “escuchan la voz de Dios y deciden entregar su vida al sacerdocio”.
Precisamente, minutos antes de la celebración de esta plegaria dedicada a la Virgen, el obispo de Roma ordenó sacerdotes a trece diáconos de Roma, entre ellos a un venezolano, a un chileno, a un ecuatoriano y a un brasileño, según informó el Vaticano en su portal oficial de noticias, aunque no facilitó sus nombres.
“Imitando a Jesús, cada pastor podrá ir delante para indicar el camino y sostener la esperanza del pueblo”, afirmó ante los cientos de fieles que se congregaban en la Plaza de San Pedro y la Vía de la Conciliación, la calle que limita Roma con Ciudad del Vaticano.
Una labor que deberán realizar, aseguró, con “cercanía, sencillez y misericordia”.
Desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, el máximo representante de la Iglesia católica invitó a los congregados a “tener fe en el Señor” que, subrayó, guía a todos los católicos en su camino por el mundo.
El papa Francisco se despidió de sus fieles como suele hacerlo cada domingo, deseándoles un buen día y un “buen almuerzo”. EFE