Durante su intervención en uno de los paneles del Georgetown Global Forum que se celebra este lunes en el Westing Palace de Madrid, el Premio Nobel de Literatura señaló que en las últimas décadas se ha producido en Latinoamérica un progreso de democratización y que a día de hoy solo queda una “dictadura integral” que es Cuba y otra “dictadura creciente”, Venezuela, publica libertaddigital.com.
Además, subrayó que en Venezuela aún quedan “los espacios para la crítica y la oposición, unos espacios que gracias al coraje fundamentalmente de los jóvenes no se han cerrado y yo creo que no se va a cerrar”.
Vargas Llosa hizo un balance de Latinoamérica con “prudente optimismo” pues, a su juicio, desde su juventud se ha producido “un progreso considerable”. Desde el punto de vista político, precisó que si bien Latinoamérica era en el pasado “tierra de dictadores”, hoy en día es un continente “fundamentalmente de democracias” en el que “las dictaduras han ido desapareciendo y han sido sustituidas por gobiernos más o menos democráticos”.
Aparte de Cuba y Venezuela, según apuntó, el resto de gobiernos son civiles, democracias con distintos grados de percepción en los que el apoyo a la democracia es “enormemente mayoritario, en algunos casos con entusiasmo y en otros con resignación”.
El ejemplo de la Transición española
Por otra parte, aseguró que la Transición española tuvo un efecto “enormemente positivo” en Latinoamérica de forma que ciertos procesos de transformación de dictaduras en democracias como las de Chile o de los países centroamericanos, “de alguna manera, estuvieron inspirados en la Transición” que se dio en España: “La actitud de América Latina hacia España es de simpatía y detrás de esta simpatía, está la voluntad de colaboración creciente y todo eso en cierta forma nace de la transición española que tuvo un efecto enormemente positivo en América Latina, la transformación de una dictadura en una democracia, de un país subdesarrollado en un país moderno, de un país confinado en sí mismo a un país integrado al mundo, el paso de la pobreza a la prosperidad que aceleró la transición, tuvo un impacto muy grande en América Latina”.
Según precisó, “por fin” en América Latina “existe la idea de que el marco en el que se debe dar una batalla por la modernización y el progreso es el de la cultura democrática”. Además, destacó que unos consensos que jamás existieron en el pasado, hoy son una realidad en la mayor parte de los países de América Latina respecto a la política económica con consensos “muy amplios en favor de políticas de mercado, de una apertura de América Latina a los mercados del mundo”.
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