Al desnudo, tanto emocional como físicamente. Así fue como Lady Gaga se dejó ver hoy durante la presentación de su nuevo espectáculo “artRave” en Nueva York, la ciudad donde creció y donde aún reside.
La cantante de 28 años jugaba en terreno conocido y lo aprovechó desde el principio del concierto, que arrancó vestida con un espectacular traje con alas doradas y al grito de “New York City, I’m home” (“Nueva York, estoy en casa”).
A partir de ahí, la maquinaria apenas se detuvo durante dos horas en las que Lady Gaga despachó un arrollador espectáculo centrado en su último disco, “Artpop”, pero en el que no faltaron sus grandes éxitos.
Pese al ritmo desenfrenado del concierto, en el que a cada segundo ocurre algo, Stefani Joanne Angelina Germanotta no desaprovechó ninguna ocasión para declarar amor eterno a sus seguidores y a la Gran Manzana.
“Gracias por conseguirme entradas para vuestro espectáculo”, piropeó la cantante al público, al que dedicó toda una serie de discursos entre emotivos y cursis sobre la necesidad de ser uno mismo y de mostrarse al mundo de esa manera.
“Esta noche quiero que seáis vosotros al cien por cien. Quiero que os celebréis a vosotros, a vuestros amigos, todo lo que tenéis y todo lo que no”, dijo la cantante a sus variopintos admiradores, que le lanzaron todo tipo de regalos (desde peluches a sujetadores pasando por numerosos ramos de flores) y algunas cartas que no dudó en leer.
Lady Gaga se emocionó en más de una ocasión hablando de sus inicios artísticos en Nueva York y agradeciendo el apoyo de sus mejores amigos, que la arroparon en su regreso al Madison Square Garden.
La cantante destapó sus sentimientos, pero también optó por desnudarse de una forma menos metafórica, primero mostrándose durante unos momentos sin ninguna de sus características pelucas, y después quitándose la ropa en una cambio de vestuario en pleno escenario.
Fue solo uno de muchos, pues Lady Gaga y la docena de bailarines que la acompañaron durante toda la noche lucieron varios peculiares diseños para dar vida a las extrañas criaturas que habitan el universo al que la artista quiso trasladar al público.
El escenario, con varias plataformas que permitían a la diva pasearse entre sus seguidores, fue parte central del “show” gracias a numerosas trampillas de las que tan pronto brotaban árboles como por las que desaparecía Lady Gaga.
El carácter discotequero de “Artpop” se hizo notar con canciones como “Aura”, “Venus” o “G.U.Y.”, que en todo caso mantuvieron un carácter pop que no tuvo la dura sesión techno que precedió al concierto, a cargo de Lady Starlight, inseparable amiga de Gaga.
La de Nueva York fue la sexta parada de esta gira mundial, que arrancó el pasado 6 de mayo en Fort Lauderdale (Florida) y que recorrerá Estados Unidos hasta el mes de agosto.
Posteriormente, Lady Gaga llevará “artRave” a Asia y Australia, para saltar a continuación a Europa, donde tiene previstos cerca de 30 conciertos durante el otoño.
El Palau Sant Jordi de Barcelona acogerá la única fecha en España, el día 8 de noviembre.
Pese a centrarse en su último álbum, Lady Gaga no dejó de lado prácticamente ninguno de sus grandes éxitos.
Así, a mitad de concierto sonaron del tirón “Just Dance”, “Poker Face” y “Telephone”, mientras que “Bad Romance” ocupó un destacado lugar en la parte final del espectáculo.
Pese a la apuesta por la música de baile, Lady Gaga también hizo hoy alarde de su vozarrón sentándose al piano en temas como “Do What U Want” y “Gipsy”, con la que cerró la noche reiterando su pasión por Nueva York y admitiendo lo mucho que echa de menos la ciudad cada vez que sale de gira.
Sus vecinos de la Gran Manzana, a juzgar por el entusiasmo con el que vivieron el “show”, también esperarán ansiosos su regreso a casa. EFE