¿Quiere casarse con el príncipe Enrique, quien acaba de volver a la soltería? Explotando la fascinación de los estadounidenses por las familias reales, el asunto se ha convertido en tema de un nuevo programa de televisión en Estados Unidos.
El estreno de “Quiero casarme con Enrique” fue emitido el martes por la noche en la cadena Fox, que puso al aire a 12 bellas estadounidenses frente a un sosias británico del príncipe, un pelirrojo de 23 años, consultor en temas ambientales.
Las pretendientes ignoran que se trata de un sosias y no del seductor príncipe, que se desenvuelve en medio del decorado de un castillo británico del tipo “Downton Abbey”, con empleadas domésticas y guardaespaldas.
“No quiero mentir directamente, la estrategia consiste, pues, en desviar” la atención, explicó a los telespectadores el falso príncipe, Matt Hicks, quien tiene un parecido aproximado con Enrique, cuarto en orden de sucesión al trono británico.
En el programa se hace el misterioso y se niega a identificarse. “Le corresponde a usted descubrirlo”, le dice a las que suspiran por él.
“No estoy a su altura”, explicó. “Pero es perfecto para quien pretendo ser”.
En cada programa eliminará a una competidora. Y recién revelará su verdadera identidad en la gran emisión final, esperando que la feliz ganadora ame al verdadero Matt y no al falso príncipe.
“Quiero encontrar una verdadera historia de amor y enamorarme”, explica.
Para convertirse en uno de los solteros más codiciados del mundo, Hicks aprendió protocolo, esgrima e incluso polo, indisociables del verdadero príncipe Enrique, de 29 años.
Las pretendientes, de entre 22 y 26 años, son modelos, estudiantes, empleadas y maestras de guarderías. “El hecho de que sea inteligente me convierte en una persona singular”, explica una de ellas, apodada Carley.
“¡Es Downton Abbey!”, se maravilla otra de las pretendientes al llegar al lugar de grabación. “Es jodidamente hermoso”, comentó otra durante el té de la tarde.
Sueñan con un cuento de hadas, pero no bien comieza el programa, se inicia la guerra entre ellas.
La crítica no se apiadó del programa.
“Desubicado, previsible y banal”, opinó el sitio de The Daily Beast, que estima que Hicks “no funciona”.
La radio NPR, por su parte, dijo que las pretendientes son todas “harpías pueriles (…), idiotas por creerse que se trata de la verdad”. AFP