Venezuela se mantiene a la espera de que el diálogo entre el Gobierno y la oposición continúe sin que hasta hoy se hayan fijado fechas para nuevas reuniones, mientras ambas partes se volvieron a “pasar la pelota” y atribuirse responsabilidades en la marcha de ese proceso.
Nélida Fernández/EFE
El diálogo sigue en el aire después de que los tres cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el nuncio apostólico en Caracas que han acompañado el proceso desde su inicio en abril pasado pasaran dos días enteros en reuniones con las partes para tratar de reactivar las conversaciones, suspendidas desde hace una semana.
La Unasur difundió este martes un comunicado en el que se resalta la voluntad tanto del Ejecutivo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) “para seguir trabajando en busca de soluciones que beneficien a todos los venezolanos”.
Los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín; de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, y de Ecuador, Ricardo Patiño, así como el nuncio apostólico, Aldo Giordano, expresaron en el escrito su satisfacción por el rechazo “a la violencia en todas sus formas” manifestado por el Gobierno venezolano y la MUD.
La MUD afirmó este martes que el diálogo con el Gobierno para tratar de buscar una salida a la crisis política “no está cerrado” pero subrayó que sigue a la espera de que el oficialismo cumpla con algunas de las solicitudes hechas en el marco de las conversaciones.
“Lo que estaba planteado el martes pasado sigue planteado hoy: no hay hechos nuevos que nos permitan cambiar de posición como desearíamos”, indicó el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo.
El vocero de la MUD señaló que esa plataforma mantiene la posibilidad del diálogo pero espera que las promesas del Gobierno “se conviertan en hechos”.
El presidente Maduro rechazó las declaraciones de la subsecretaria de Estado para América Latina de EE.UU., Roberta Jacobson, quien opinó que el diálogo en Venezuela no puede convertirse en una “tertulia”, lo que fue tomado por el gobernante como señal de que la oposición de su país recibe órdenes de Washington.
“¿Qué tiene que ver usted señora con el diálogo en Venezuela señora Jacobson, preocúpese por los problemas de Estados Unidos que bastante que tienen”, enfatizó Maduro, al tiempo que dijo estar seguro de que desde el país norteamericano “se le escribe el guión” a la oposición venezolana.
Asimismo, el presidente exigió a la MUD que “rechace y repudie” las declaraciones de Jacobson, así como la propuesta de ley para sancionar a funcionarios venezolanos que hoy avanzó en el Senado de Estados Unidos como parte de los “resultados concretos” que quiere ver en el marco del diálogo.
“Quiero ver si son capaces de salir a repudiar estas declaraciones de la Jacobson, y si son capaces de repudiar las amenazas de sanciones contra Venezuela por parte del Senado”, señaló tras comentar que “repudia”, “rechaza” y “detesta” la injerencia de “sectores de la ultraderecha de los Estados Unidos” en el país.
Reiteró, además, que la idea del diálogo fue suya y surgió para “hacerle un favor a la MUD” para sacarlos “de la violencia” y del “golpismo” en el que asegura, estaba metida la oposición para tomar atajos que lo saquen del poder como un golpe de Estado.
También comentó que el canciller de Venezuela, Elías Jaua, presentará mañana durante la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores de Unasur un documento en el que se explica “el plan del golpe de Estado” en contra de su Gobierno.
La MUD ha dicho que en el escenario del diálogo pidió al Gobierno la creación de una “verdadera Comisión de la Verdad” que no esté conformada por dirigentes de ninguno de los dos bandos.
Además, la alianza opositora solicitó la liberación por motivos de salud del comisario Iván Simonovis, condenado por 2 de las 19 muertes registradas durante el fallido golpe de 2002 contra el entonces presidente, Hugo Chávez, y la revisión de los casos de los que considera presos políticos.
La MUD también pide la excarcelación de los estudiantes detenidos durante las protestas antigubernamentales de los últimos tres meses que han dejado 42 muertos, cerca de 800 de heridos y cientos de apresados. EFE