Jorge Moussalli fue a El Roble a visitar a un cliente. A las 11:00 de la mañana de ayer regresaba y cuando se incorporó a la vía para atravesar el puente Macuto y llegar a la Ribereña, perdió el control y se fue hacia un buco.
La camioneta quedó encunetada en la honda canal. A unos dos metros más bajó de la carretera. Al parecer, se partió el tren delantero de la camioneta, pero a Jorge por cosas de Dios no le ocurrió nada, ni un rasguño.
El muchacho salió por la ventana de lo más tranquilo y ni siquiera se ensució la ropa con las ramas que rodeaban la camioneta.
Según él mismo contó, a esa hora ya iba de regreso a su trabajo ubicado en la carrera 19 con calle 16. Cuando se metió a la carretera, la camioneta se le coleó porque el pavimento estaba húmedo y baboso.
En el canal contrario venían varios vehículos en cola y él para evitar un choque múltiple cruzó el volante hacia su derecha y cayó a la canal.
Como ese buco está full de monte, árboles y matas altas no se imaginó que fuera tan profundo, pero cayó. “Estoy muy asustado”, confesó el muchacho al tiempo que le daba gracias a Dios porque estaba sano.
Vía rápida y peligrosa
Las personas que residen en la vía El Manzano y El Roble, comentaron que esa carretera es muy rápida y que jamás le hacen limpieza. “Por aquí pasan cisternas y carros con derrame de aceite y eso es una combinación fatal”, comentó Antonio Sánchez, un vecino del sector.
Según el señor, el aceite y el agua hace que el pavimento sea baboso y ya se han contabilizado varios accidentes en esta vía por la misma causa.
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