Las personas madrugan para formarse en las colas de la oficina del Instituto Venezolano del Seguro Social, ubicadas en la carrera 24, entre calles 30 y 31, con el propósito de informarse acerca de pensiones, jubilaciones o reposos. El Impulso
Se trata de una verdadera calamidad, el trato hacia las personas que a pesar de ser de avanzada edad o de presentar alguna discapacidad, tienen que someterse a colas, exposición del sol o de la lluvia.
Marina Gutiérrez, de 55 años, explica que desde hace varios meses intenta introducir los documentos para optar a la pensión, no obstante, el sistema burocrático impide que pueda recibir este beneficio.
“Cada vez que vengo a la oficina me piden un papel diferente; no mantienen cuáles son los documentos necesarios. Intentan desanimar a la persona para que no gocemos de la ayuda económica que nos hemos ganado”, expresó.