Los obreros brasileños están corriendo para terminar el estadio que acogerá el primer partido de la Copa del Mundo, limpiando asientos, verificando vigas e instalando cables a solo cuatro días del pitazo inicial.
Al caer la noche del sábado, obreros enfundados en sus cascos aún trabajaban en las dos tribunas temporarias del nuevo Arena Corinthians, donde Brasil se enfrentará a Croacia el próximo jueves, al comenzar el Mundial-2014.
Sentado sobre una viga, un obrero revisaba la estructura bajo la tribuna sur, rodeada por una gigantesca lona gris.
Atrás, dos trabajadores fueron izados en una plataforma hasta la cima de la tribuna y parecían también revisar la estructura.
Otros seis limpiaban la arena de los asientos blancos, cuya solidez fue probada con bolsas de arena.
El estadio, con capacidad para 61.600 personas, se ha convertido en símbolo de la lucha de Brasil para llegar a tiempo a la Copa del Mundo, mientras las autoridades se esfuerzan por terminar cinco de los 12 estadios del torneo.
El plazo máximo para terminar las obras era el 31 de diciembre, pero los preparativos se han visto afectados por atrasos crónicos, sobrecostos y accidentes laborales que provocaron la muerte de ocho trabajadores, incluidos tres en Sao Paulo.
El Arena Corinthians nunca fue probado a capacidad total, debido a los retrasos en las dos tribunas temporarias, que juntas acogerán a 20.000 hinchas.
Aunque corren contra el reloj, obreros de la construcción dijeron a la AFP que confiaban en que podrían terminar el trabajo antes de que la estrella brasileña Neymar y sus compañeros pisen el gramado.
“Aún hay mucho por hacer”, dijo un trabajador que pidió conservar el anonimato porque no está autorizado a hablar con la prensa.
“Estará listo antes de la Copa del Mundo”, dijo otro, limpiándose el sudor de la frente con la manga de la camisa.
Su colega fue más optimista y predijo que el martes ya estará pronto.
Los obreros dijeron que aún debían instalar cables eléctricos y alfombras, pero que los asientos están listos.
– Enojo por los costos –
Los atrasos han contribuido a la creciente factura de acoger la Copa del Mundo. Indignados, muchos brasileños han salido a las calles a pedir a la presidenta Dilma Rousseff que gaste esos 11.000 millones de dólares en educación y salud.
Funcionarios del Corinthians dijeron que el estadio costará al final entre 417 y 431 millones de dólares, de 14% a 18% más que el presupuesto inicial.
El último test del estadio fue el 1 de junio, en un partido entre Corinthians y el club Botafogo en el marco del Campeonato Brasileño, que terminó en 1-1 ante una multitud de 37.119 personas.
Una de las tribunas temporarias estaba vacía y la otra a medio llenar por falta de permiso de seguridad de los bomberos.
Un portavoz de la empresa subcontratada para hacer las tribunas temporarias, Fast Engenharia, dijo que los bomberos dieron finalmente luz verde a las tribunas el viernes y que lo único que restaba por hacer era una “limpieza”.
Pero en otros sitios del estadio, varios sofás para las salas VIP aún estaban cubiertos por plásticos.
Un váter yacía dado la vuelta en el piso de un cuarto trasero.
En los corredores, varios refrigeradores para los stands de comidas y basureros aún no habían sido desempaquetados, mientras los obreros afuera ensamblaban los stands de los auspiciantes.
Pero un funcionario de la FIFA dice tener confianza en que el estadio estará listo a tiempo.
“La capacidad para el partido de apertura será de 61.600 (espectadores)”, dijo el funcionario. “Se dieron los toques finales, el centro de prensa fue abierto”.