Los trabajadores del metro de Sao Paulo decidieron el domingo mantener la huelga a cuatro días del inicio del Mundial en la mayor ciudad de Brasil, pese a que la justicia la consideró ilegal e impuso enormes multas.
La huelga entrará el lunes en su quinto día y amenaza el buen desarrollo del torneo, ya que el metro es fundamental para llegar al estadio Arena Corinthians de Sao Paulo.
El nuevo estadio recibirá el 12 de junio la ceremonia de apertura de la Copa ante más de 60.000 personas, la presidenta Dilma Rousseff y 11 jefes de Estado, así como el primer partido, Brasil vs Croacia, y cinco juegos más.
En los últimos días, la paralización parcial en el metro de esta megalópolis de 20 millones de habitantes ha sembrado el caos en el tránsito y provocado embotellamientos de más de 250 km.
– Contra la pared –
Los empleados del metro amenazan incluso con mantener la huelga durante el Mundial, en lo que se ha convertido en la mayor amenaza concreta a la organización del evento.
“Hay una Copa del Mundo, el mayor evento deportivo mundial. El gobierno del estado (de Sao Paulo) tiene elecciones a fin de año, tiene que negociar”, señaló el presidente del sindicato, Altino Melo dos Prazeres, en la asamblea general de trabajadores celebrada este domingo.
Los trabajadores planean manifestaciones el lunes y una nueva asamblea. “Vamos a continuar hasta conseguir la victoria”, dijo una portavoz del sindicato a la AFP.
De las cinco líneas del metro paulista, cuatro pertenecen a la empresa del estado de Sao Paulo.
Los trabajadores rechazan el 8,7% de reajuste salarial anual propuesto por la empresa y exigen un 12,2% de alza. La justicia respaldó la oferta del gobierno a los empleados.
Su decisión de continuar la huelga tiene lugar pocas horas después de un fallo de la justicia laboral brasileña, que determinó el domingo la ilegalidad de la paralización e impuso multas de 227.000 dólares diarios a partir de este domingo si los empleados no regresan al trabajo.
La justicia decidió asimismo mantener la multa de 100.000 reales diarios (USD 45.000) impuesta al sindicato desde el comienzo de la huelga hasta el momento del fallo judicial.
La justicia había autorizado la huelga el pasado jueves, pero pidió a los trabajadores mantener un 100% de operación en los horarios pico y un 70% en las horas de baja demanda, lo cual no fue respetado.
La paralización del metro se enmarca en una ola de protestas y huelgas que han sacudido el país en las últimas semanas al acercarse la Copa, protagonizadas por conductores de autobús, policías, vigilantes de bancos o profesores.
Sin hacer mención a las manifestaciones, durante una ceremonia en Belo Horizonte (sudeste), Rousseff pidió “alegría, fuerza y civilidad” a los brasileños, y aseguró que el Mundial será una fiesta.
AFP