Holanda le dio un baile a España. Con la final del pasado Mundial fresco en la memoria, la “orange” saltó al terreno de juego decidida a batir a su rival.
Pese a recibir un gol en contra (penalti más que dudoso), los tulipanes supieron remontar la partida. Quien tuvo su revancha particular con Iker Casillas fue Arjen Robben, quien anotó par de goles. El quinto tanto humilló al guardameta del Madrid, a tal punto que quedó sentado en el césped mientras el mediocampista del Bayern mandaba a guardar la esférica al fondo de la red.
¡Volvió la Naranja Mecánica!
Fotos EFE