No soy colombiano. Por tanto, no puedo votar en las elecciones presidenciales del hermano país que se celebran, en segunda vuelta, este domingo 15 de junio. Pero como tengo muchísimos amigos en Colombia, y como he aprendido a querer y a respetar a ese hermano país, sobre todo desde que vivo en el estado Táchira, en la frontera con el Departamento Norte de Santander, quiero decir en estas muy cortas líneas las razones por las cuales yo no votaría por la reelección de Juan Manuel Santos.
1.- Santos le mintió a Colombia y al mundo entero. El 12 febrero de 2011, en entrevista concedida a la revista SEMANA, Santos dijo textualmente: “Nadie en este gobierno está autorizado a hacer ningún tipo de contacto con las FARC (…) Tendrían que liberar a todos los secuestrados, renunciar al secuestro, darnos señales de que van a dejar el terrorismo y buscar un acuerdo de paz, para que nosotros empecemos a pensar en la posibilidad de un diálogo. Mientras tanto, los vamos a enfrentar con todo lo que tenemos a nuestro alcance”
Tres años después, Santos no sólo se sentó a dialogar con las FARC, sino que aprobó un acuerdo de paz, que más que de paz es de impunidad, el cual lesiona los intereses del pueblo colombiano, al cual no lo consultaron sobre las negociaciones, y que le otorgará a los guerrilleros de las FARC todo tipo de prerrogativas para que puedan llegar al Congreso de Colombia y desde allí conquistar alcaldías, gobernaciones y hasta disputar la Presidencia de la República.
2.- Santos no ha combatido al narcotráfico. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estableció que a diciembre de 2011 las hectáreas sembradas de coca en Colombia, aumentaron hasta llegar a 64.000, 2.000 más que el año anterior, circunstancia que rompió con la disminución que se registraba de forma constante durante los últimos cinco años.
Esa misma oficina sostiene que en 2010 en Colombia se erradicaron manualmente 43.792 hectáreas de coca pero en 2011 se erradicaron 35.203, es decir, 19,6 por ciento menos. En 2012 se erradicaron 30,4 por ciento menos que en 2010, reduciéndose el número de hectáreas limpiadas a 30.486.
La política de erradicación del cultivo de Coca en Colombia, se debilitó luego que las FARC exigieron su desaparición. En total, respecto a 2010, en 2011 se dejaron de erradicar manualmente cerca de 21.895 hectáreas. Si comparamos las cifras de 2010, 2011 y 2012 con las de 2008 (96.008 hectáreas erradicadas) la disminución en la erradicación se ubica entre un 50% y un 70%.
Es importante recordar que de acuerdo con las estadísticas de organismos internacionales, cada hectárea produce en promedio 7,5 kilos de pasta de coca anualmente, lo que significa que las hectáreas no erradicadas en Colombia equivalen potencialmente a 164.212 kilos. En el mercado norteamericano de las drogas, eso significa más de 164 millones 540 mil dólares, a precio 2011. Todo un negocio para las FARC.
3.- Santos traicionó a Uribe: En entrevista concedida a la revista SEMANA el 12 de febrero de 2011, Juan Manuel Santos dijo: “El expresidente Uribe y yo tenemos las mejores relaciones. Se han inventado todo tipo de rumores, pero él y yo estamos de acuerdo en no pararle bolas a la chismografía. No tengo sino respeto y admiración por el expresidente”. Tres años después, Uribe es el enemigo número uno de Santos. El actual presidente de Colombia echó para atrás todo lo alcanzado en los dos gobiernos de Uribe en materia de seguridad ciudadana y combate a la guerrilla y al narcotráfico.
4.- Santos mintió con respecto a su reelección: El 12 de febrero de 2011, la revista SEMANApreguntó a Santos: ¿Van a ser suficientes cuatro años para hacer todo lo que quiere hacer?
Santos respondió: Rezo y trabajo intensamente todos los días para poder hacer todo en cuatro años.
SEMANA preguntó: ¿Quiere reelegirse?
Y Santos respondió: Preferiría no hacerlo. Tres años después le está vendiendo el alma al Diablo para reelegirse.
5.- Santos fue cómplice de Hugo Chávez: El presidente Santos fue cómplice de Hugo Chávez (su nuevo mejor amigo) y ahora es cómplice de Nicolás Maduro. En Noviembre de 2010, Juan Manuel Santos declaró a la prensa: “Le di mi palabra a Chávez de que, una vez se surtan los trámites jurídicos, entregaremos a las autoridades venezolanas a Makled”.
La extradición de Walid Makled permitió que Chávez ocultara la profunda penetración del narcotráfico internacional en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y muy especialmente en su gobierno. Santos entregó a Makled a cambio de que Chávez convenciera a las FARC de sentarse a dialogar en La Habana.
Makled era la bisagra en el multimillonario negocio de la droga que existe entre las FARC y un importante sector de las Fuerzas Armadas Venezolanas (el capo habló de 15 generales que estaban en su nómina). Si hubiese sido extraditado a EEUU, la revolución chavista habría recibido un duro golpe. Santos prefirió entregarlo a Venezuela y desde entonces el caso fue engavetado y silenciado.
Cómo puede observarse, Santos no es un tipo de fiar. Es un hombre sin escrúpulos, muy parecido a Chávez, dispuesto a vender a Colombia con tal de mantenerse en el poder.
San Cristóbal, 13 de junio de 2014