El mayor telescopio espacial construido en Europa de 16 x 10 m, el XMM-Newton, se emplea para la detección de rayos X procedentes del espacio exterior. Este telescopio tiene una curiosa órbita alrededor de la Tierra, pues llega a alcanzar una distancia máxima con respecto a ella de 114.000 km (menos de Œ de la distancia a la Luna) y de 7.000 km en su punto más próximo a nuestro planeta, en una órbita que completa en solo 48 horas. abc.es
El telescopio XMM-Newton es muy particular y su misión consiste en estudiar los acontecimientos más energéticos que tienen lugar en el Universo, como por ejemplo las explosiones de estrellas llamadas supernovas, los cúmulos y supercúmulos de galaxias, los núcleos galácticos activos, o los sucesos que pueden tener lugar en los alrededores de los agujeros negros. De hecho, gracias a este telescopio, hoy día podemos estar más seguros de lo que son estos peculiares objetos.
En nuestro Universo existen más de 100.000 millones de galaxias y hemos comprobado que la inmensa mayoría de las estudiadas poseen agujeros negros en su interior. Debido a que el Universo es homogéneo e isótropo, por extensión, igual en todas sus partes, podemos suponer, ya que es imposible estudiar tal cantidad de galaxias, que la mayoría de ellas y todas las grandes poseen agujeros negros en un interior que estabilizan a la propia galaxia, impidiendo que las estrellas vaguen solas por el Universo.
El telescopio XMM-Newton detectó algo fuera de lo común en una galaxia y tras los estudios realizados por la Universidad de Pekín y el Instituto Max Planck de radioastronomía pudieron comprender que algo se estaba cociendo en el interior de esa galaxia; en realidad se trataba de la destrucción de una estrella, pero esta aniquilación no lo provocaba un agujero negro, sino dos.
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