Hinchas chilenos, listos para exorcizar maldición brasileña

Hinchas chilenos, listos para exorcizar maldición brasileña

69695_10_635391432408738340w

La selección de fútbol de Chile saldrá el lunes a la cancha con una obsesión: derrotar a Holanda para evitar cruzarse en octavos de final con Brasil, el equipo que lo eliminó en tres Mundiales anteriores.

Pero si le pregunta a miles de hinchas chilenos que tiñeron de rojo el Arena Corinthians de Sao Paulo, dirán que después de eliminar la semana pasada al campeón España están listos para despachar también a Brasil.

“Evitar a Brasil sería lo ideal”, dijo Rómulo Pulgar, un empresario de la sureña ciudad de Temuco parado en la estación de metro cerca del estadio con un cartel que decía “Compro tickets”.

“Brasil es como una bestia negra para Chile, pero la verdad es que tenemos tanta confianza que nos toque quien nos toque le vamos a dar”, añadió.

Tras aplastar a Australia por 3-1 y a España por 2-0, Chile es una de las sorpresas del Mundial de Brasil.

Y aunque ya está clasificado para los octavos de final, si pasa segundo tendrá que vérselas con el líder del Grupo A, muy probablemente Brasil.

El problema no es que el pentacampeón mundial juegue de local, sino que Brasil hizo pedazos el sueño mundialista del equipo sudamericano en la semifinal de Chile 1962, y en los octavos de final de Francia 1998 y Sudáfrica 2010.

Fuera de la cancha, Chile ha contado con el apoyo de unos 40.000 hinchas. Su fervor llegó a escapar de control, con 150 personas invadiendo la sala de prensa del estadio Maracaná de Río de Janeiro durante el partido con España y seis detenidos por falsificar credenciales de prensa para intentar colarse.

La euforia se explica porque Chile ha demostrado una enorme confianza en avanzar en el Mundial, apoyado en una colección de jugadores de primer nivel como Alexis Sánchez del Barcelona o Arturo Vidal de la Juventus.

Consultado por periodistas, Vidal ni titubeó: “Esta es la mejor generación del fútbol chileno en la historia”.

Aún así, a Holanda le bastará el lunes con un empate para clasificar primero. Chile, con peor saldo de goles, necesitará una victoria.

“Brasil, jugando uno a uno, sería tremendo”, dijo Víctor Sepúlveda, un ingeniero de 28 años con la cara pintada con los colores rojo, blanco y azul de la bandera de Chile. “Pero esta generación de futbolistas no le tiene miedo. Esta generación es distinta”, agregó.

“Además”, dijo, “la historia está para romperse”. Reuters

Fotos EFE

Exit mobile version