La carta de Giordani y su previa salida del gabinete de ministros y de todo cargo en el gobierno, sigue trayendo cola. En muchos sentidos y en muchos ámbitos pero especialmente dentro del Psuv donde hay “mar de fondo” por algunos de los temas aludidos por el ex ministro o implícitos en su desastrosa gestión como principal mentor de las políticas económicas “de la revolución”. Hay de todo. Hemos leído de todo en el debate de oficialistas. Algunos, rabiosamente en contra -Maduro, para defenderse lo marcó como “traidor” y todos los que defienden sus intereses de poder también- o con alabanzas. En la cúpula del Psuv se desató una campaña para silenciar y censurar todo debate –por eso la acusación de traidor- diciendo que “hay que preservar la revolución”, cuando en realidad lo que quieren preservar es el poder, los privilegios, el manejo de los negocios, etc para ellos. También hemos leído muchos puntos de vista intermedios. Unos pocos menos viscerales y mas analíticos como el artículo del ex ministro Víctor Álvarez quien en realidad tiene meses debatiendo, a su manera, contra la política cambiaria seguida durante años por el gobierno de Chávez -cuyo “ideólogo” principal aunque no único fue Giordani- porque privilegia el dólar barato, estimula las importaciones (y la corrupción), destroza la producción nacional, el agro y la industria
Me ha llamado la atención la cantidad de dirigentes y/o activistas oficialistas que -en variados tonos- reclaman de Giordani su absoluta falta de asumir la responsabilidad “por tantos errores y por los resultados negativos” de esas políticas económicas. Eso dije yo también en la columna del jueves aunque di una interpretación: los totalitarios siempre piensan que “no importan los desastrosos resultados, la ruina del país y el sufrimiento del pueblo, porque el fin de un supuesto futuro luminoso lo justifican”. Desde Stalin, Mao, hasta Hitler, Pinochet o Fidel han dicho cosas semejantes. Así son las ideologías extremistas y totalitarias. En variados tonos, eso -la incapacidad de Giordani para admitir su fracaso y al contrario su reclamo de insistir en ese rumbo “porque eso el socialismo”- han apuntado casi todos los dirigentes políticos de la oposición democrática que he leído y diversos analistas. Lo que me sorprende es la cantidad de chavistas que -desde su óptica propia- reclaman lo mismo… la “no autocrítica de Giordani, ¡ante el resultado de la crisis económica actual!”. O sea, que admiten la descomunal inflación, la escasez, la improductividad de las estatales, el fracaso de las estatizaciones, la dependencia exagerada de las importaciones, la destrucción de la producción nacional. Aunque lo digan mas “suave”. Esa es la crisis a la que todos aludimos. Todo lo cual ocurrió y se incubó por años en la era Chávez-Giordani y siguió con Maduro. Eso significa que están conscientes -aunque no lo digan directamente por razones obvias- que los cuentos de “la guerra económica” era sólo un recurso politiquero para no admitir el fracaso y tapar responsabilidades. Interesante.
Hay, sin embargo, un aspecto de la carta Giordani en el que yo insistí mucho en la columna anterior y del que he visto pocos comentarios. Los chavistas, lógicamente, lo evaden. Es cuando Giordani admite -lo dice a su manera pero lo dice- que ya había crisis económica, de recursos fiscales, inflación, escasez, excesiva dependencia de las importaciones y admite que el dólar barato, la improductividad nacional, los exagerados subsidios (como el de la gasolina) ameritaban ajustes y cambios, pero… (cita textual) “era crucial superar el desafío del 7 de octubre de 2012, así como las elecciones del 16 de diciembre de ese mismo año. Se trataba de la consolidación del poder político como un objetivo esencial para la fortaleza de la revolución y para la apertura de una nueva etapa del proceso. La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos”.
Giordani confiesa que él, Chávez y todo el “alto mando de la revolución” decidieron que la nación hiciera un gran sacrificio y esfuerzo económico y financiero”, es decir, mantener el desangre del dólar barato, de los extremos subsidios, aumento del endeudamiento, excesivo gasto público y la “regaladera” a los amigotes Castro y otros, “llevando el uso de los recursos a niveles extremos” para poder ganar las elecciones de octubre de 2012. Es decir, Giordani dice que el alto gobierno sabía que, dados los graves errores que ellos mismos cometieron por años, era inevitable un programa de ajustes (se deduce: aumento de la gasolina y factura eléctrica, devaluación, contracción del gasto, no mas imprimir dinero inorgánico, etc) pero que no lo hicieron para no pagar el costo político-electoral porque conservar el poder era mas importante que la salud económica del país. Ese era su verdadero “programa de gobierno” y no el disfraz del “plan de la patria”. Lo pospusieron para 2013 por razones electorales, pero tampoco lo pudieron aplicar entonces debido a la enfermedad y muerte de Chávez que llevó a la elección presidencial de abril 2013. ¡Es el programa de ajustes que están aplicando hoy!, pero mas duro porque aquel “sacrificio extremo” por motivos político-electorales de 2012, colocó a Venezuela en ruina y llevó la crisis a “niveles extremos”. O sea, lo que estamos viviendo hoy.
El detalle final: ¿ustedes recuerdan la campaña de guerra sucia del gobierno inventándole a Capriles un supuesto (y falso) programa de gobierno que contenía “un paquetazo de ajustes neoliberales”? ¿Recuerdan la brutal y abusiva campaña usando los dineros públicos y los medios del estado para decir que Capriles iba a devaluar, aumentar la gasolina, recortar el gasto?. ¡Eso era lo que ellos ya tenían listo, pero no aplicaron, lo “guardaron” y pospusieron, para no pagar el costo político en un año electoral!. Es lo que están aplicando ahora. Todo en esta “revolución” es una impostura. Una farsa.
TIP 1: Público & Confidencial radio. Por ahora no estamos en el aire. Volveremos. Estamos avanzando en un nuevo convenio. En lo que lo tengamos listo, lo anunciamos. Por favor estén pendientes por aquí y por el twitter. Y nos ayudan a difundirlo.
TIP 2: Sidor. Recomiendo altamente, leer la nota que escribió aquí mismo en Correo del Caroní, Clavel Rangel, y que se publicó el pasado viernes, titulada “Ruina de Sidor reduce posibilidades de lucha de Sutiss por el contrato”. Si tuviera el espacio la reproduciría completa. Es una apretada síntesis, pero muy completa, de la ruina causada por el gobierno, pero… “en los últimos años de caída estrepitosa de la producción y subsidio de todos los beneficios, la dirigencia (sindical) jugó a ser una correa de transmisión del partido de Gobierno, bajando el tono de las críticas y justificando las políticas económicas del Ejecutivo”.
TIP 3: Apartheid y abuso. Ayer en Conviasa no dejaron que el diputado Andrés Velásquez abordara un avión de Puerto Ordaz a Maiquetía, “por órdenes de la alta gerencia en Caracas siguiendo la línea de un comentario hecho por Maduro en TV”. Es bochornoso, sin justificación alguna. Conviasa no es propiedad privada del Psuv ni de Maduro. Es del estado y por tanto de todos los venezolanos. Se creó y se mantiene con dineros de los venezolanos no del bolsillo del psuvismo. Como en todos los regímenes totalitarios, los jerarcas rojos se creen dueños de los bienes públicos. La Constitución prohíbe expresamente la discriminación. Anoche, Velásquez me dijo -vía teléfono- que va a llevar el reclamo a todas las instancias. Como debe ser. Entiendo que algo parecido le ha pasado a Ismael García, a María Corina Machado y una dirigente estudiantil. A última hora supe que al parecer igual le sucedió a Henry Ramos Allup. Inaceptable.