Burlas y críticas en Bolivia por el reloj que gira al revés (Fotos)

Burlas y críticas en Bolivia por el reloj que gira al revés (Fotos)

LOS RELOJES QUE MARCAN AL REVÉS, EL NUEVO SÍMBOLO DEL CAMBIO EN BOLIVIALa reciente idea del presidente Evo Morales de hacer girar al revés el reloj más emblemático de Bolivia desató críticas y burlas y amenaza con profundizar la confrontación entre bolivianos, reseña Associated Press.

Fotos EFE

El enorme reloj que corona la cúpula de la Asamblea Legislativa en La Paz, de arquitectura neoclásica, ya no lleva números romanos sino arábigos y gira en sentido inverso en señal de “descolonización”.





La hora no ha sido modificada pero el cambio en el reloj del Legislativo ha sido calificado de atentado al patrimonio histórico por la alcaldía de La Paz, gobernada por la oposición.

“Ningún elemento puede ser modificado o sustituido de forma independiente o respondiendo a criterios coyunturales”, dijo la directora de Patrimonio, Ximena Pacheco.

El vicepresidente Álvaro García no descartó la posibilidad de que todos los relojes de instituciones públicas sean modificados. Las autoridades municipales ya anticiparon su rechazo.

García contó que en una reunión de gabinete al aire libre el canciller David Choquehuanca clavó un palo en el piso y demostró que la sombra del sol en el Hemisferio Sur gira a la izquierda.

Por siglos las cosas han sido vistas con la mentalidad del norte, el cambio en el reloj “ayuda a mostrar de una manera diferente, abriendo la mente, y la medida puede ser asumida desde ángulos astronómicos y filosóficos”, dijo.

“Nuestro norte es el sur por eso se llama ahora ‘reloj del sur’ en una clara expresión de descolonización que sustentan los pueblos” de Latinoamérica, justificó el presidente de los diputados, el oficialista Marcelo Elío.

Ahora el gobierno “quiere cambiar las leyes universales del tiempo como pretendieron los jacobinos en la Revolución Francesa con el calendario gregoriano”, comentó la diputada opositora Norma Piérola.

Es una señal de que “las cosas van marcha atrás”, argumento el líder de la oposición centroderechista Samuel Doria Medina, principal contendor de Morales para las elecciones de octubre en las que el mandatario busca su segunda reelección.

La ministra de Comunicación Amanda Dávila dijo en su cuenta de Twitter que el gobierno “obsequió a los líderes del G77 un reloj del Tiempo del Sur que ahora marcha al revés” en la reciente cumbre del bloque celebrada en Bolivia.

Es la visión del mundo andino “llevada el ridículo para sacar rédito político”, dijo a AP el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, aymara como Morales.

Cuando los indígenas aymaras se reúnen lo hacen en círculo y saludan en sentido contrario a las manecillas del reloj “pero no tiene ninguna relación con el tiempo y peor por interés político”, acotó.

Morales impulsa reformas “descolonizadoras” y de rescate cultural pero ha sido criticado por usar la cultura con fines políticos. Reformó el currículo educativo, dio a las creencias andinas la misma categoría que al catolicismo -la fe mayoritaria de los bolivianos- y declaró a la coca patrimonio cultural.

Pero organizaciones indígenas de la Amazonia han cuestionado el énfasis en la cultura andina -aymaras y quechuas- cuando la constitución aprobada por Morales reconoce 36 pueblos indígenas, la mayoría en el oriente.

El gobernante declaró fiesta nacional el Año Nuevo Aymara que comienza el 21 de junio y coincide con el solsticio de invierno en el Hemisferio Sur y ha querido estrenar su reloj en esa fecha que, según la tradición andina, es el inicio de un nuevo ciclo en el tiempo y en el calendario agrícola del altiplano.

Choquehuanca es aymara como Morales y es ideólogo de este rescate. En una ocasión se autocalificó aprendiz de amauta, un sabio aymara.

El propio García que es mestizo contrajo nupcias hace dos años en un ritual aymara cuando no es costumbre en Bolivia casarse de esa manera.

EFE destacó que el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, y el presidente del Senado, Eugenio Rojas, ambos indígenas aimaras, como el presidente Evo Morales, informaron este martes en sendas ruedas de prensa sobre esta iniciativa, que bautizaron como los “relojes del Sur”.

Con esta idea quieren concienciar a los ciudadanos de que Bolivia es una nación del sur y no del norte, por lo que la forma de registrar el tiempo en los relojes debe ser diferente, al igual que lo son el solsticio y el equinoccio en ambos hemisferios.

“No nos tenemos que complicar, simplemente tenemos que tomar conciencia de que nosotros vivimos en el sur. No estamos en el norte”, dijo Choquehuanca.

E insistió en que la iniciativa, lejos de pretender “causar daño a nadie”, lo que quiere es revalorizar la cultura propia.

“Quién dijo que el reloj tiene que girar de ese lado siempre. Por qué siempre tenemos que obedecer, por qué no podemos ser creativos”, cuestionó el ministro boliviano, quien destacó que haya sido el presidente del Senado el primero en haber puesto en marcha la idea en un edificio estatal.

El reloj del edificio del Legislativo, situado en la Plaza Murillo de La Paz, fue cambiado en la medianoche del pasado viernes, cuando comenzó el solsticio de invierno, explicó Rojas.

Según esta nueva configuración, las doce siguen situadas en el norte, pero ahora las manecillas giran a la izquierda para contar las siguientes horas 1,2,3,4,5 hasta el 6, de donde suben por la derecha para recorrer el 7,8,9,10 y 11.

Choquehuanca reveló que en la reciente celebración en Bolivia de la Cumbre de los países del G77 y China, a casi todas las delegaciones se les obsequió con un reloj de mesa con estas características, en forma de mapa boliviano y que incluía el territorio costero que el país perdió en una guerra contra Chile en 1879.

El canciller boliviano reconoció que la idea no es absolutamente original porque él ya poseía un reloj de pulsera con esas características que le regalaron en Londres, aunque remarcó que era una creación vinculada a la identidad del sur.

Las autoridades bolivianas, a su juicio, deben trabajar para aumentar esa conciencia, pero no se puede imponer ningún cambio a la gente, para la que, según reconoció, supone “una sacudida del cerebro”.

“Si quieren comprarse un reloj del sur hágalo, si quieren utilizar un reloj del norte, ustedes van a poder utilizarlos. No se puede imponer”, replicó Choquehuanca al ser preguntado sobre si el Gobierno extendería el uso de esos relojes.

Según el ministro, esta iniciativa está en el contexto de otros avances que ha tenido la cultura andina para su reconocimiento, como el uso de la bandera indígena whipala, hoy un símbolo nacional reconocido en la Constitución.

Asimismo, citó la hoja de coca, también protegida por la Carta Magna, las campañas a favor de la Madre Tierra o Pachamama y la revalorización de la quinua.

El canciller boliviano resaltó la necesidad de un cambio de mentalidad para entender esas propuestas y de hacer funcionar los dos hemisferios del cerebro para entender “los relojes del sur”.

En el reloj del Congreso, los números arábigos fueron pintados sobre los romanos, que todavía se notan, lo que aumenta la suposición de que se trata de un trabajo mal hecho, dijo a Efe el lustrabotas Franz Galarza, que trabaja frente al Parlamento.

“Si quieren dar el mensaje de que el país está yendo en otra dirección vamos a tener que darles esa explicación a todas las personas que pasen por la plaza Murillo porque la mayoría, la primera cosa que dicen, es que es un error, que está mal. Si es una idea política es una mala idea política”, comentó Galarza.

La plaza Murillo es uno de los principales centros turísticos de La Paz, donde están los palacios del Congreso y de la Presidencia.

En la red social Twitter no tardaron en extenderse los comentarios irónicos, como el de una mujer a la que le parecía que el mantenimiento del reloj del Congreso le fue encomendado a un “técnico disléxico y zurdo”.

Otro tuitero opinó que, al margen de la política, es una “idea fantástica” por lúdica, mientras que un tercero observó que el “‘ingenio’ antinorte” parece no tener límites en el Gobierno boliviano y otro más se burló sugiriendo que se cambien los nombres de los polos “para que la hegemonía sea del sur”, reseñó EFE