La indisposición papal fue confirmada por monseñor Claudio Giuliodori, asistente eclesiástico de la Universidad Católica.
En un comunicado, la oficina de prensa vaticana precisó que la suspensión de la visita se debía a “una repentina indisposición”. Otras fuentes dijeron a la agencia italiana ANSA que el Papa, de 77 años, estaba “muy cansado”.
Frente al Policínico Gemelli, en Roma, se había congregado una muchedumbre. Luego del anuncio de un retraso, se supo que la visita había sido cancelada definitivamente.
Es la segunda vez que Francisco debe suspender su agenda en poco más de dos semanas. El lunes 10 de junio los médicos le ordenaron 48 horas de reposo para recuperarse de “un golpe de calor”, según confirmaron entonces fuentes vaticanas al portal Valores Religiosos.
Francisco venía de algunas semanas agitadas, con un viaje a Medio Oriente y recibiendo a los presidentes israelí y palestino en el Vaticano para una oración por la paz. Su enfermedad no le impidió cumplir el miércoles con la tradicional audiencia.
Algunos funcionarios del Vaticano han expresado en privado su preocupación por el ritmo frenético el pontífice, quien sólo tiene un pulmón.
Mientras otros papas tomaban vacaciones de verano y escapaban del calor de Roma para disfrutar de climas más frescos en Castel Gandolfo, Francisco ha decidido quedarse en Roma y trabajar.
De hecho, ya ha tenido que postergar compromisos en ocasiones anteriores. Lo hizo para reposar antes del viaje a Tierra Santa, cuando anuló la visita al Santuario del Divino Amor de Roma el 15 de mayo y las audiencias del día 16. El 28 de febrero pasado, canceló la visita al seminario romano a causa de una indisposición y unas líneas de fiebre.
Vía infobae.com