José Gregorio Hernández es recordado tras 95 años de su muerte

José Gregorio Hernández es recordado tras 95 años de su muerte

AVN
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A pesar de que José Gregorio Hernández no ha sido canonizado por la Iglesía Católica, muchos latinoamericanos lo consideran santo, y hoy, al cumplirse 95 años desde su muerte, lo recuerdan por su solidaridad con los más necesitados.

Nacido el 26 de octubre de 1864, en Isnotú, estado Trujillo, este médico y científico venezolano se caracterizó en vida por su pasíón en aliviar el sufrimiento humano. Sus padres fueron Benigno Hernández Manzaneda y de Josefa Antonia Cisneros Monsilla.

Los estudios de la etapa primaria los realizó en su estado natal hasta los 13 años de edad, cuando se mudó a Caracas. En 1884 logró graduarse de bachiller en filosofía para luego ingresar a la Universidad Central de Venezuela, en donde obtuvo el título de Médico el 28 de junio de 1888.





Gracias a una beca estudió en París y se especializó en las áreas de Microbiología, Histología Normal, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental. Cuando regresó, fue nombrado profesor de la primera Cátedra de Bacteriología en América del Sur. También se dedicó a la docencia y la práctica religiosa.

Su muerte se produjo el 29 de junio de 1919, al golpearse la cabeza con el borde de una acera tras ser arrollado por un automóvil en la esquina de Amadores, en La Pastora, Caracas.

En ese momento José Gregorio Hernández se disponía a llevar medicinas a uno de los enfermos que atendía.

Actualmente, sus seguidores lo recuerdan no sólo por sus virtudes como médico, sino también por su fe inquebrantable, pureza, humildad, sencillez y gran devoción por Dios y la Virgen.

José Gregorio Hernández es considerado la figura más resaltante del siglo XX en Venezuela.

Proceso de beatificación y canonización

Desde hace varios años se le han atribuído diversos milagros y curaciones, por lo que en 1949 el Vaticano inició su investigación y más tarde, en 1986, el papa Juan Pablo II lo declararó “venerable”, uno de los requisitos de la Iglesia Católica para la beatificación.

De completarse el proceso de beatificación, se convertiría en el primer santo de procedencia venezolana.

Sus restos reposan en el Templo de la parroquia La Candelaria, después de estar por mucho tiempo en el Cementerio General del Sur, convertida en la tumba más visitada del campo santo.