Luego del análisis de los videos en las cámaras de seguridad y las entrevistas a los testigos, la policía determinó que fueron dos sujetos los que ingresaron al Clínico Universitario. A su huida, por la parte posterior que conduce al estacionamiento subieron a un carro Fiat blanco que los esperaba. Presumen que el grupo era mayor, reseña Reportero 24.
La enfermera Rauldy Silva, fue una de las testigos del tiroteo que se registró en el piso 6. Estaba en el pabellón H, donde iniciaban la intervención del paciente Edison Balza (27), cuando un hombre moreno y con camisa verde ingresó sin la bata de cirugía en plena operación.
Este delincuente entró por el pasillo del área de quirófano y fue primero al área de recuperación, donde no encontró a quién buscaba. Luego entró al pabellón donde sorprendió a los médicos que operaban al paciente y les preguntó si a quien tenían allí era a “Edison Balza, el del tiro en el cuello”.
El paciente en realidad tenía un disparo en el abdomen y estaba siendo sometido a una laparotomía exploratoria. Sorprendidos, ante la presencia del intruso que vestía de manera inadecuada, los médicos le exigieron salir porque estaba en una zona estéril. Instantes después escucharon los disparos.
El antisocial abandonó el quirófano y salió del área, pero en el pasillo se encontró con dos familiares del herido, su hermano Said Balza (24) y otro que logró correr para escapar. El primero también corrió pero atravesando la puerta al otro extremo del pasillo. Se escondió en enfermería, donde estaba una enfermera y un anestesiólogo.
Aunque cerró la puerta para ocultarse, el asesino logró verlo a través del vidrio que fracturó para dispararle. Los cristales al quebrarse, cortaron al galeno que se recostó hacia la pared mientras se cubría con las manos. Balza quedó muerto en el piso, junto al escritorio.
De inmediato, el homicida regresó al pabellón H, donde encontró al paciente solo porque los médicos que lo intervenían se escondieron en un espacio que comunica a dos quirófanos y le disparó a sangre fría. En ese momento Edison Balza estaba inconsciente y bajo los efectos de la anestesia. Murió al instante.
El criminal corrió de vuelta al pasillo donde descendió junto a su cómplice por las escaleras, pero se encontraron de frente con un trabajador de limpieza y le dieron disparos en las piernas. Este herido está fuera de peligro.
Según trascendió, cuando se conoció del doble asesinato de los hermanos, compañeros de las víctimas llegaron al hospital y rescataron a otros dos heridos producto del tiroteo en el barrio Los Sin Techo, en El Cementerio que fueron ingresados junto a Edison Balza a tempranas horas del día, por temor a que también llegaran a matarlos.
Las averiguaciones por este hecho están a cargo de la División contra Homicidios del Cicpc. Se presume que la misma banda que actuó, presuntamente perteneciente al colectivo “Divino Niño” que opera en El Cementerio, fue quien protagonizó la balacera en el barrio ese día, pero al saber que Balza había salido con vida llegaron a rematarlo.
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