Hierros oxidados y escaleras que ya no llevan a ninguna parte. Estas imágenes bien podrían corresponderse con las que Robert Ballard capturó cuando descubrió el pecio del transatlántico «Titanic» allá por 1985. Sin embargo, son mucho más actuales y no han sido recogidas en el Atlántico, sino frente a la isla de Giglio, en aguas del mar Tirreno.Este fantasmagórico vídeo ha sido grabado por los buzos de la policía italiana quienes, cámara en mano, han recorrido los restos sumergidos del buque de recreo Costa Concordia. Con información de ABC
Días antes de que comiencen las labores de traslado del navío (que están planeadas para el próximo 14 de julio) las autoridades han decidido internarse en sus restos para ver su estado. Como cabía esperar, las imágenes no podían ser más sorprendentes. Y es que, tras más de dos años con una buena parte de su casco soportando las inclemencias del mar, lo que en su día fue lujo se ha transformado en herrumbre. A su vez, la pintura, blanca en su momento, ha desaparecido para dar paso al metal desnudo.
El vídeo, que ha sido hecho público por el «Daily Telegraph» comienza con un buzo rondado la parte superior del navío: la que todavía disfruta de la brisa del Mediterráneo. Sin embargo, la estancia en la superficie dura poco y, a los pocos segundos, el viaje se traslada bajo las aguas. Allí, el cámara da un paseo por las diferentes cubiertas (ya destartaladas) del Costa Concordia e, incluso, toca con su propia mano libros que, como si fueran peces, nadan alrededor de los restos del buque enganchados a alguna barandilla ya inservible.
Video cortesía Youtube