El tarantín español creado para la compra de El Universal

El tarantín español creado para la compra de El Universal

VENEZUELA-EL UNIVERSAL VENTA
(Foto AP)

Epalisticia Private Equity, el fondo de capital riesgo español que se ha hecho con la propiedad del diario opositor venezolano «El Universal», tiene un objetivo primordial: que no se sepa quién es el nuevo dueño de uno de los pocos medios venezolanos que se oponen al chavismo, publica ABC de España.

La operación económica ha despertado susceptibilidades por sus muchas sombras y por lo variopinto de la empresa que canaliza la inversión. Epalisticia tiene poco más de un año, ya que se creó en Madrid el 24 de julio de 2013 y con un capital social de sólo 3.500 euros, apenas 500 euros superior al mínimo que exige la ley. Esta exigua cifra contrasta con los 90 millones de euros en los que se ha cifrado la compra de «El Universal».

Aunque esa cantidad es poco comparada con los «compromisos de capital de más de mil millones de dólares en Latinoamérica y Europa» que la firma dice manejar. Comprobar las magnitudes reales de Epalisticia no es posible porque el primer ejercicio fiscal de la compañía, el de 2013, aún no está disponible en el Registro Mercantil. Además, el cien por ciento de las acciones de Epalisticia pertenecen a una sociedad domiciliada en el extranjero, Tecnobreaks INC, lo que aún dificulta más el seguimiento de su rastro.





Epalisticia fue creada, oficialmente, para invertir en tres sectores dispares: petróleo y energías renovables, medios de comunicación y bienes raíces (inmuebles). Así lo aseguran en su página web, creada con fotos de archivo y en la que aparecen unos correos electrónicos de sus gestores que ni siquiera están operativos. Todo apunta a que la sociedad fue creada –de forma precipitada y hasta chapucera– para la operación de compra «El Universal». En su objeto social figura «la inversión y administración de medios de comunicación, en especial en mercados emergentes, con el fin de desarrollar nuevos modelos de digitalización de noticias nacionales e internacionales, procurando abarcar de forma plena la audiencia latinoamericana».

ABC se ha puesto en contacto con la firma de capital riesgo, pero no ha obtenido respuesta alguna. El teléfono fijo de la «oficina» está desviado a un móvil. La sede de Epalisticia es una vivienda de unos 300 metros cuadrados en el primer piso del número 18 del Paseo de Pintor Rosales. Es la misma dirección que la de la empresa de unos de sus directivos, Alter Capital, por lo que no hay una infraestructura propia.

Fuentes próximas a la compañía sí han manifestado a este diario que, pese a las apariencias de la sociedad, la compra del primer diario venezolano «cuenta con el respaldo suficiente de los socios», pero la «confidencialidad» de los contratos no permite revelar quiénes son esos misteriosos socios. La experiencia de Epalisticia en el sector de los medios de comunicación –y en cualquier otro– es poca o ninguna, aunque algunas fuentes apuntan a inversiones en medios en el Caribe y alguna «colaboración» en Europa. La misma «confidencialidad» tampoco permite saber el nombre de esos otros medios de comunicación.

Las únicas caras visibles de la sociedad inversora son sus tres directivos. La presidencia del Consejo de Administración está en manos de Eduardo López de la Osa, un gestor de banca privada que ha trabajado para distintas entidades, como Santander y JPMorgan. Actualmente, además de Epalisticia, es directivo de Neurored, una consultora informática. También es administrador único de la sociedad Centro de Investigaciones Ginecológicas (su padre es ginecólogo). Está casado con la sobrina de una conocida periodista española.

Consultoría

López de la Osa está secundado por el consejero delegado de Epalisticia, José Luis Basanta, que se presenta como «asesor y consultor en materia técnica, científica, jurídica, fiscal, económica e informática de inversiones». Es el fundador de la citada Alter Capital, una consultora que en 2012, con apenas 68.000 euros de facturación declaró unas pérdidas de 118.000. El tercer directivo es José Antonio de la Torre, abogado con despacho en Tomares (Sevilla) especializado en asuntos urbanísticos. De la Torre también tiene intereses en empresas relacionadas con las artes gráficas.