El presidente de la Federación Nacional de Entidades Arroceras de Argentina (Fedenar), Jorge Paoloni, confirmó que ese sector productivo tenía un contrato para exportar este año un volumen significativo de arroz cáscara a Venezuela, como ya lo había hecho en los últimos años, pero sorpresivamente fue desplazado por una desconocida empresa, Bioart SA, que ya concretó embarques por 37.500 toneladas con sospechosos sobreprecios. “Esta empresa exportó arroz con un precio récord, igual al de los Guinness“, ironizó el empresario, publica Clarín.
En declaraciones al programa radial “Entre el Campo y la Ciudad”, que se emite por Radio Colonia, el dirigente arrocero también confirmó el anticipo de Clarín respecto a que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y otros altos funcionarios fueron informados oportunamente de la irregularidad que se estaba cometiendo. Esto no impidió que Bioart SA, que pertenece a empresarios santafesinos con ligazón al ministro de Planificación, Julio De Vido, concretara dos envíos de arroz a Venezuela. Uno de 10.245 toneladas sucedió a fines de febrero y el segundo, por 27.500 toneladas, se concretó en junio. Ambos con un valor FOB exorbitante, de 606,5 dólares por tonelada.
En mayo de 2013, cuando se firmaron los últimos acuerdos bilaterales entre la Argentina y Venezuela, el gobierno había prometido que esos embarques se iban a canalizar -como sucedía hasta ese momento- a través de los asociados de la Fedenar. “Viajamos a Venezuela, nos quedamos con el papelito que nos iban a comprar 100 mil toneladas, pero jamás nos atendieron“, admitió Paolini.
“Hace 3 años habíamos hecho un muy buen vínculo con ese país. Vimos que le estaban comprando arroz a EE.UU. a buen precio, lo planteamos acá a través del gobernador (Sergio) Urribarri, hicimos contacto con ellos y se hicieron 17 barcos a lo largo de 2 años”, rememoró el presidente de la federación arrocera.
Pero Paolini añadió: “Ese negocio hace un año se nos cortó porque Venezuela no pudo abrir más carta de crédito. Querían comprarnos pero nos pagaban con ese fideicomiso que habían armado en la Argentina”. Al negar ayer que mantenga vínculos comerciales con la sospechosa Bioart SA, el ministro De Vido admitió que los pagos de alimentos para Venezuela se realizaban a través de los fondos manejados por CAMMESA, aunque siempre siguiendo instrucciones de la venezolana PDVSA.
Las tratativas con el sector arrocero avanzaron al punto de que se llegó a acordar un precio: “Planteamos la operación a U$S 495 (por tonelada de arroz puesta en Venezuela), que es más o menos el precio que siempre le vendimos. Era un negocio interesante porque al productor le quedaban U$S 330” por tonelada, reveló Paolini.
Según esta versión, todo quedó en la nada y de golpe apareció Bioart SA exportando las primeras 10.000 toneladas. “Cuando vimos que el arroz que nosotros vendíamos a U$S 495 puesto en Venezuela, ellos lo habían enviado a U$S 600 (valores FOB, es decir que hay que sumarle fletes y seguros, entre otros gastos), dijimos ‘este es el negocio de nuestras vidas’. Pero vimos que no podía ser porque ese precio no existe para arroz sin industrializar”, sostuvo el dirigente, confirmando la existencia de sospechosos sobreprecios.