Los encargados de la seguridad del aeropuerto de París-Roissy se encontraron el pasado 11 de julio con un pasajero poco habitual, y que además se negó a hacer caso de sus indicaciones. abc.es
Se trataba de un orangután enjaulado que hacía escala en París en su viaje con destino Chile. El simio volaba acompañado de un peluche del que no se quiso separar en ningún momento.
Los empleados del aeropuerto intentaron sin éxito que el orangután soltase a su mascota para comprobar su contenía «algo ilegal», pero todos sus esfuerzos resultaron inútiles.
La única solución consistió en hacer pasar al animal dos veces por la máquina de rayos X, y de este modo comprobar que no había nada irregular en el interior del peluche.
Los orangutanes son grandes simios originarios de Malasia e Indonesia, pesan en la edad adulta unos cien kilos y miden 1,4 metros. Figuran en la lista de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).