Líderes mundiales piden investigación internacional por avión de Malaysia Airlines

Líderes mundiales piden investigación internacional por avión de Malaysia Airlines

Foto-Reuters
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Líderes mundiales exigieron una investigación internacional acerca del derribo de un avión de Malasia sobre el este de Ucrania en el que murieron las 298 personas que viajaban a bordo, una tragedia que podría suponer un punto de inflexión en la peor crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.

Dos altos cargos estadounidenses dijeron que Washington sospecha que el misil tierra-aire que derribó el jueves al Boeing 777 de Malaysia Airlines que volaba desde Ámsterdam a Kuala Lumpur fue lanzado por separatistas ucranianos apoyados por Moscú, publica Reuters

No hubo supervivientes del siniestro del jueves, que esparció restos humanos y del aparato en un radio de millas cerca de la frontera con Rusia.





Unas banderas blancas improvisadas marcaban el lugar donde yacían los cuerpos en campos de maíz y entre escombros. Otros, desnudos por la fuerza del impacto, fueron cubiertos por sábanas de polietileno sujetas por piedras, y una tenía una flor encima como recuerdo.

La escala del desastre podría convertirse en un punto de inflexión en la presión internacional para resolver la crisis de Ucrania, en la que han muerto cientos de personas desde que manifestantes prooccidentales derrocaran al presidente prorruso en febrero y Rusia se anexionase la península de Crimea un mes después.

Aunque Occidente impuso sanciones a Rusia por Ucrania, Estados Unidos ha sido más agresivo que la Unión Europea. Los analistas dicen que la respuesta de Alemania y otras potencias de la UE al incidente – posiblemente imponer más sanciones – podría ser crucial para decidir la siguiente fase del impasse con Moscú.

La canciller alemana Angela Merkel, en una respuesta inicial, dijo que era muy pronto para decidir si imponer más sanciones antes de saber exactamente qué pasó con el avión.

Kiev y Moscú inmediatamente se culparon entre así del desastre, desatando una nueva fase en la propaganda de guerra.

LUGAR DEL ACCIDENTE

El avión se estrelló cerca del pueblo de Grabovo a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, cerca de la capital de la región de Donetsk, un área que es un bastión de los rebeldes que han estado combatiendo a las fuerzas del Gobierno ucraniano por varios meses.

Los líderes rebeldes de Donetsk negaron cualquier implicación y dijeron que un jet de la fuerza aérea ucraniana había derribado el vuelo intercontinental.

El ministerio de Defensa ruso después apuntó a las fuerzas terrestres ucranianas, diciendo que había captado actividad de radar de un sistema de misiles ucraniano al sur de Donetsk cuando el avión fue derribado, según medios rusos.

El consejo de seguridad ucraniano dijo que no habían disparado misiles.

El Gobierno ucraniano difundió grabaciones que dijo que eran de agentes de inteligencia rusos discutiendo el derribo de un avión militar por parte de rebeldes que podrían haberlo confundido con un avión militar ucraniano.

Estados Unidos pidió un alto el fuego para permitir acceso al lugar del accidente, y Merkel reiteró el llamamiento.

“Hay muchos indicios de que el avión fue derribado así que nos tenemos que tomar las cosas con mucha seriedad”, dijo la líder alemana.

Separatistas dijeron a la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) que asegurarían un acceso seguro al lugar para expertos internacionales.

Un portavoz de la OSCE dijo que la organización, que tiene observadores en la zona, tenía previsto llegar al lugar el viernes.

Las dos cajas negras del avión – con las grabaciones de voz y datos – fueron recuperadas con rapidez pero como el lugar del accidente estaba en manos rebeldes no está claro quién analizará el contenido y si podrían determinar en cualquier caso quién disparó el misil.

Para complicar más la investigación, habitantes de la zona se estaban llevando restos del avión como recuerdo. El estado del metal puede indicar si el aparato fue alcanzado por un misil.

Ucrania cerró el espacio aéreo en el este del país.

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden dijo que no parecía que fuera un accidente ya que el avión de pasajeros aparentemente “reventó en el cielo”.

Más de la mitad de los muertos, 173, eran holandeses. Cuarenta y cuatro eran malasios, 27 australianos, 12 indonesios nueve británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense, un neozelandés y un rumano. Los 15 tripulantes eran malasios. Se desconocía la nacionalidad del resto de personas a bordo.

Entre los que viajaban en el avión había un grupo de personas que se dirigían a una conferencia mundial sobre el sida en Melbourne, entre ellos Joep Lange, un influyente experto holandés.

(Información adicional de Richard Balmforth y Natalya Zinets en Kiev, Alissa de Carbonnel, Timothy Heritage y María Tsvetkova en Moscú, Thomas Escritt en Amsterdam y Anuradha Raghu en Kuala Lumpur y Jane Wardell y Matt Siegel en Sídney, Escrito por Alastair Macdonald y Dean Yates. Traducido por Emma Pinedo en la Redacción de Madrid)