Andriy Grivko (Astana), único ucraniano en el pelotón del Tour de Francia, no vive ajeno a los problemas políticos y sociales que vive su país y asegura que “la dictadura rusa se instala en mi casa mientras doy pedales en el Tour”.
Grivko nació en Simferopol hace 30 años. Es originario de Crimea, territorio que votó el pasado 11 de marzo su independencia y pertenecer a Rusia “en un referéndum fraudulento”. El ciclista vive con desesperación cada noticia que procede de Ucrania.
La última de ellas es reciente, del pasado jueves, con el abatimiento con un misil tierra-aire de un avión de la Malaysia Airlines que sobrevolaba el este de Ucrania, y que causó 298 muertos.
Dicha autoría aún no está aclarada, pero el ciclista ucraniano tiene su propia opinión y la manifiesta en una entrevista publicada en L’Equipe.
“Esa tragedia no se limita al conflicto entre Rusia y Ucrania, es un problema del mundo entero, y particularmente de Europa. Con este acto terrorista Rusia intenta culpar y manchar el nombre de mi país”, indica.
Grivko vive el Tour con la mente puesta en Ucrania, ya que allí tiene a su familia. Su padre y hermana residen en Simferopol. “Me resulta difícil concentrarme en la bicicleta sabiendo que mi familia está allí”.
El ciclista, que trabaja para el líder del Tour, Vincenzo Nibali, intuyó el conflicto según se iban produciendo los acontecimientos.
“Cuando mi presidente (Viktor Yanukovich) fue a Rusia tras los acontecimientos de febrero en la Plaza de Maidan, en Kiev,- “tuve miedo porque sabía que Moscú iba a tratar de recuperar el poder sobre mi país. Nuestra libertad y seguridad está en peligro, pero ellos quieren hacer ver que Crimea es independiente”, comenta Grivko.
“Mi hermana quiere rechazar el pasaporte que pretenden imponer los rusos. Vivo en situación de cólera, pues tengo la impresión de que nos quieren echar de casa. La dictadura rusa se instala mientras yo estoy en el Tour”, subraya.
También comenta Grivko en las páginas del diario francés su opinión sobre el referéndum por el que Crimea obtuvo su independencia de Ucrania y su vinculación a Rusia.
“Ese referéndum fue una parodia. Mucha gente no pudo ir a votar ese día. Las carreteras estaban cortadas, los atascos eran enormes… Crimea y Ucrania están vinculadas a Europa, no a Rusia”.
Algunos corredores, comenta Grivko, se acercan a preguntarle por el conflicto de su país, incluso los rusos.
“Los ciclistas rusos conocen mi opinión y saben que soy un patriota ucraniano, y lo reivindico. No les reprocho nada porque ellos no son los responsables, sino su Gobierno. Me preguntan si tengo pasaporte ruso, pero no les respondo”, señala.
La afición por el ciclismo le fue inculcada a Grivko por su padre, que corrió para el equipo de la antigua URSS. “Fue él quien me dijo de dejar mi país para formarme en Italia”, recuerda.
“Yo tenía 8 años cuando desapareció la URSS. La gente creía que íbamos a conocer la libertad, que no íbamos a seguir con aquel país, pero nos mintieron. No ha cambiado nada en 20 años”, lamenta. EFE