En días pasados en un artículo que titule Critica vs Traición, escribía acerca de las claras diferencias que existen entre la unidad democrática y el partido de gobierno a la hora de procesar las diferencias, señalaba que para nosotros en la unidad, la diferencia expresada públicamente, es una oportunidad para el debate y para ellos es traición contrarrevolucionaria.
Ahora bien, toca entrarle a fondo al debate que desde el seno de la unidad democrática hemos protagonizado en las últimas semanas para hacer balance de estos 5 meses en donde evidentemente hemos tenido profunda diferencias en la estrategia a seguir para lograr un objetivo compartido como lo es el cambio constitucional para que por medio de un gobierno de unidad nacional tengamos progreso para todos los venezolanos tal y como lo señala el documento aprobados por todos en la MUD en enero de este año.
Estamos obligados, por responsabilidad con el país a reunificar la oposición, no es una opción, el hacerlo es un deber impostergable, es imperdonable que en un momento tan difícil como el que vivimos, no cuente nuestro pueblo, con una alternativa democrática que lo defienda de un gobierno que lo que ofrece es escasez, alto costo de la vida e inseguridad. Debemos consolidar esa mayoría que hoy está haciendo colas descontenta con lo que ocurre.
Frente a este claro mandato de nuestro pueblo, lo primero que corresponde es como dice el refrán de Alexander Pope: “Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios”, eso significa asumir con humildad y verdad el debate que puertas adentro de la unidad debemos dar y desprendernos ya de agendas personales y partidistas que por muy legitimas que sean no pueden poner en jaque la unidad y mucho menos plantearlas en opinión publica en detrimento de los demás sectores de la unidad.
Defender una iniciativa política que no cuenta con el apoyo mayoritario del resto de los partidos que hacemos vida en la unidad bajo la falsa premisa de que quienes no acompañemos esa propuesta es porque queremos que el gobierno dure hasta el 2019 y quienes la promueven son los grandes libertadores que luchan incansablemente para cambiar al gobierno, es una gran ofensa al espíritu unitario que debe respetarse pero además es una prueba irrefutable de lo equivocado de la propuesta que tiene que valerse de falsas premisas para justificar su iniciativa. En el seno de la Unidad Democrática, no hay un “opositometro” que mida que partido es más opositor que otro ni mucho menos existe una prueba de quien tiene más “voluntades” para enfrentarse al gobierno.
Es hora de dejar de mirarnos el ombligo, es hora de asumir los errores como en el pasado otros hemos hecho, es la hora de la UNIDAD!!
Juan Carlos Caldera López*
Diputado AN por Petare
@calderajuan