Las autoridades ucranianas confirmaron hoy que se dio por concluido el rescate de los cadáveres de las víctimas del siniestro del avión de Malaysian Airlines, una tragedia que se presenta más oscura cuanto más tiempo pasa, con insinuaciones y acusaciones en todas direcciones.
Poco después del anuncio de que los equipos de rescate finalizaron la recuperación de los fallecidos en el siniestro del avión, que se estrelló en el este de Ucrania con 298 personas a bordo tras haber sido presuntamente alcanzado por un misil, el presidente estadounidense, Barack Obama, acusó hoy a los separatistas prorrusos que controlan la zona de “continuar bloqueando la investigación”.
En una declaración pronunciada en la Casa Blanca, Obama instó a Rusia a usar su influencia con los rebeldes prorrusos (a los que tanto Kiev como Estados Unidos y sus aliados occidentales acusan de haber lanzado supuestamente el misil que abatió el Boeing 777 malasio) para permitir una investigación “transparente”.
“¿Qué es lo que están tratando de ocultar?”, se preguntó Obama, quien exigió a Rusia que presione a los rebeldes para que cese la “manipulación” de los restos, si Moscú no quiere caer “en un mayor aislamiento” respecto a la comunidad internacional.
Frente a los planteamientos y las exigencias de Estados Unidos, Rusia indicó hoy que el pasado día 17, cuando ocurrió el siniestro, un avión de combate ucraniano volaba cerca del Boeing 777 de Malaysian Airlines, según señaló el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas, que negó que Moscú haya entregado sistemas de misiles BUK u otras armas a los rebeldes prorrusos.
“Se observó la situación de tres aeronaves, entre ellas el avión Boeing 777 de la aerolínea malasia. Al mismo tiempo se observó el ascenso de un avión de la Fuerza Aérea ucraniana, posiblemente un SU-25, a una distancia de 3 a 5 kilómetros del Boeing”, explicó el general Andrei Kartapolov, jefe de la dirección de operaciones del Estado Mayor ruso.
En una conferencia de prensa para ofrecer información sobre la tragedia del vuelo MH17, el general negó que Rusia haya suministrado a los insurgentes esa u otras armas.
Kartapolov denunció también que el Ejército ucraniano trasladó una batería de misiles BUK desde un suburbio de Donetsk hacia un área cercana controlada por los insurgentes poco antes de que se estrellara el Boeing.
Señaló asimismo que Rusia pide a EEUU que entregue a la comunidad internacional las fotos de satélite que tenga y que fueron tomadas el día en que se estrelló el avión de Malaysian Airlines.
“Según las declaraciones de representantes de EEUU, tienen en su poder fotos de satélite que confirman que el misil lanzado hacia el avión malasio fue disparado por milicianos, pero nadie ha visto esas fotos”, afirmó el general ruso.
Por lo que se refiere a las tareas de rescate de los cadáveres, el viceprimer ministro ucraniano, Vladímir Groisman, manifestó que, una vez concluidos los trabajos, “se puede constatar que se han encontrado 282 cuerpos y 87 fragmentos que pertenecen a 16 cadáveres”.
Según informaron medios locales y testigos, el tren con los dos vagones frigorífico donde se han depositado los cadáveres ya ha salido de la estación de Torez, cerca de Donetsk, hacia la vecina región de Járkov, en el sureste de Ucrania, donde se centralizarán las investigaciones de la tragedia.
Ucrania y Holanda (el país con el mayor número de víctimas, 193) exigirán al Consejo de Ministros de Exteriores de la UE que se reúne mañana en Bruselas que declare organizaciones terroristas a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk proclamadas por los separatistas prorrusos, según anunció hoy el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
Por su parte, el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, aseguró hoy ante el Parlamento de su país que la prioridad de su gobierno es repatriar a las víctimas neerlandesas y luego llevar ante la justicia a los responsables del ataque.
Rutte admitió que la situación en Ucrania oriental cambia cada minuto “y aún no hay pruebas suficientes”, pero también aseguró que los servicios de inteligencia holandeses disponen de “fuertes evidencias” sobre las circunstancias en las que se produjo el incidente.
Mientras, Kiev denunció hoy la concentración de blindados rusos en la frontera ruso-ucraniana, tanto a la altura de la región de Lugansk, en el conflictivo este de Ucrania, como en la península de Crimea, anexionada por Moscú el pasado mes de marzo.
Por su parte, los separatistas prorrusos entregaron hoy a las fuerzas ucranianas tres ciudades del este que hasta ahora estaban en su poder: Rubézhnoe y Latúguino, en la región de Lugansk, y Dzerzhinsk, a unos 55 kilómetros al norte de Donetsk, capital de la región homónima y denunciaron que ha habido decenas de muertos en los combates entre milicianos y fuerzas ucranianas. EFE