Al menos cuatro personas murieron hoy por la explosión de una bomba en una estación de autobuses de la ciudad de Kano, en el norte de Nigeria, tan solo un día después de que otros dos artefactos explosivos mataran a 85 personas en la población de Kaduna, informó la Policía.
La bomba, que estalló sobre las 14.30 hora local (13.30 GMT) estaba oculta entre el equipaje depositado junto a uno de los autobuses para su carga, confirmaron fuentes policiales al diario “Premium Times”.
La explosión causó un gran número de heridos, por lo que se teme que pueda aumentar el número de víctimas mortales en próximas horas.
También desató el pánico en las proximidades de la estación de autobuses, ubicada en el barrio de Gabon Sari, de población mayoritariamente cristiana.
Kano, capital del estado homónimo, fue objetivo hace un mes de un atentado terrorista cometido por la secta radical islámica Boko Haram, que mató a ocho personas con una bomba en la Escuela de Sanidad.
El norte de Nigeria está siendo objetivo de repetidos atentados terroristas desde hace meses, casi todos ellos cometidos por el citado grupo terrorista, que además mantiene secuestradas a más de 200 niñas desde hace cien días.
Los estados más castigados por la violencia de este grupo insurgente son los de Adamawa, Yobe y Borno, este último convertido en feudo espiritual y operativo de sus fieles.
Sus ataques están causando incluso movimientos poblacionales como los registrados este pasado fin de semana, cuando más de 15.000 personas huyeron de sus hogares tras los asaltos a diferentes poblaciones del distrito de Damboa, en Borno.
En lo que va de año Boko Haram ha asesinado a cerca de 3.000 personas, y a más de 12.000 desde 2009, según los cálculos del Gobierno nigeriano. EFE