Los familiares de las víctimas del avión que se estrelló el miércoles en Taiwán y mató a 48 personas a bordo criticaron este jueves a las autoridades por autorizar el vuelo a pesar del mal tiempo.
El vuelo doméstico de TransAsia viajaba con 54 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo cuando se estrelló en Mangong, en una isla del archipiélago de Penghu. Diez personas sobrevivieron al accidente, la peor catástrofe aérea en una década en el país.
Entre las víctimas mortales se encuentran dos estudiantes francesas de medicina, según el ministerio de Exteriores francés.
El ATR 72-500 a turbopropulsor cubría la ruta entre Kaohsiung, en el suroeste de Taiwán, y las islas de la costa oeste, donde se estrelló contra dos casas cerca del aeropuerto de Magong, dejando a cinco heridos en tierra, según las autoridades.
El vuelo GE222 trataba de aterrizar por segunda vez, después de abortar una primera tentativa por el mal tiempo.
El tifón Matmo golpeó Taiwán el miércoles, dejando al menos nueve heridos.
“La aerolínea no debería dejar despegar el avión con este mal tiempo”, dijo un hombre de apellido Hsu a la AFP, delante de un tanatorio en Penghu, con los ojos y la nariz rojos de llorar.
Su hijo de 28 años murió en el avión.
“El tiempo era tan malo y Taiwán seguía bajo los efectos del tifón, el avión no debería haber despegado”, aseguró por su parte la hija del piloto, Lee Yi-liang, quien también murió, al canal de noticias FTV.
Las autoridades taiwanesas defendieron su decisión de autorizar el vuelo.
“Muchos se preguntan por qué el avión despegó durante un tifón. Pero según las informaciones de las que dispongo, los datos meteorológicos correspondían a las exigencias de seguridad del avión”, declaró a la prensa el ministro de Transporte, Yeh Kuang-shih.
Dos aviones aterrizaron sin incidentes en el aeropuerto poco después del desastre, indicaron las autoridades.
El capitán tenía 60 años, 22 años de experiencia y 23.000 horas de vuelo.
– Recuperación de cuerpos –
El jueves, más de 100 efectivos, entre los cuales bomberos y soldados, trabajaban en la recuperación de los cuerpos y los restos diseminados del avión.
Un hombre de apellido Chen, que perdió a seis miembros de su familia, incluido a su hermano mayor, en el accidente, gritaba al personal de la aerolínea en Penghu.
“¿Qué pasó con el avión y cuáles fueron las causas? Como poco, la aerolínea debería tener a alguien en el lugar para reconfortar a los familiares”, dijo al canal TVBS.
A poca distancia del aeropuerto, decenas de familiares llegaban al lugar habilitado para identificar a las víctimas. Adultos, personas mayores o niños, lloraban en el salón funerario que se les habían reservado. Unos voluntarios trataban de reconfortarlos.
Fotografías con los rostros de la víctimas estaban colocadas en los muros para ser identificados.
La madre de una superviviente contó que recibió una llamada de su hija. “‘Me dijo, ‘Mamá, mi avión se ha estrellado’. Dijo que salió del aparato y que logró encontrar un móvil”.
TransAsia, la primera compañía aérea privada de Taiwán, cubre rutas con China, Japón, Singapur, Corea del Sur y Vietnam.
El último accidente importante de un avión civil en Taiwán se remonta a mayo de 2002. Un Boeing 747 de la aerolínea taiwanesa China Airlines con 225 personas a bordo se estrelló en el estrello de Taiwán, junto a las islas Penghu. No hubo supervivientes. AFP