Un año después del accidente de tren que causó 79 muertos el 24 de julio de 2013 cerca de Santiago de Compostela, en el noroeste de España, el maquinista, imputado, expresó su “dolor” y pidió “perdón” en una carta a las víctimas.
“Solo me sale pedir perdón”, escribió Francisco José Garzón Amo, de 53 años, en una carta cargada de contrición publicada este jueves por el diario La Voz de Galicia.
“Cuánta pena y dolor siento”, son las primeras palabras de este breve mensaje. “Me angustia pensar qué palabras puedo decirles, si serán o no las adecuadas”, agregaba.
“En realidad no sé si a algunos de ustedes lo que yo pueda decir o sentir les causa algún alivio en su inmenso dolor. No saben cuánto daría por ello. Es tan grande el daño que han sufrido”, afirmaba en su carta.
El tren, procedente de Madrid, había entrado a 179 km/h en una curva peligrosa de velocidad limitada a 80 km/h, cuando descarriló cerca de la localidad de Angrois, a cuatro kilómetros de Santiago.
En ese momento, Garzón Amo acababa de mantener una comunicación telefónica con el revisor del tren. El maquinista fue imputado por 79 homicidios por imprudencia y puesto en libertad condicional.
“Un año después siento la necesidad de decirles públicamente lo que cada día, desde aquel 24 de julio, les digo en soledad, destrozado por las consecuencias del accidente”, aseguró en una carta publicada en el libro “El peor día de Galicia. Tragedia en Angrois”, distribuido por La Voz de Galicia en este primer aniversario.
Según el diario El País, el maquinista, después de haber vivido alejado de todo y protegido por sus amigos, durante el periodo que siguió al accidente, “ya no se esconde” y reside actualmente en la ciudad gallega de La Coruña, donde cuida de su madre enferma.
Reconociendo la valentía de Garzón al admitir su error, Cristóbal González, presidente de la asociación de víctimas, subrayó este jueves a la AFP: “nosotros por lo que estamos luchando no es por lo que nos diga el maquinista, es para que se haga justicia y que salgan los responsables”.
Durante la instrucción, el juez denunció la ausencia en el lugar del accidente del sistema europeo ERMTS, que prevé el frenado automático en caso de exceso de velocidad. Una decena de responsables de Adif, gestor de la red de ferrocarril español, fueron imputados. AFP