Quienes hemos asumido la responsabilidad histórica de construir un camino confiable y seguro para lograr un cambio político en nuestro país, que garantice a todo nuestro pueblo la posibilidad de progreso no podemos vacilar en este momento sino por el contrario debemos emplearnos a fondo en el cumplimiento de distintas tareas que hagan posible este importante compromiso con todos los venezolanos.
La primera tarea pendiente es la reunificación de la unidad, aunque es de perogrullo, sin unidad las fuerzas democráticas no tenemos posibilidad alguna de convertirnos en una opción cierta de cambio. Ningún partido político por si solo tiene la fuerza suficiente para lograr el cambio solo. En este punto debemos tener un principio claro: Nadie sobra todos hacemos falta. Si miramos en el pasado reciente, todas las victorias electorales han tenido a la unidad como elemento decisivo para ganar, merece la pena recordar las últimas elecciones en San diego y San Cristóbal donde presentamos candidatas unitarias y obtuvimos una victoria aplastante en ambos casos.
La segunda tarea es la acumulación de fuerzas populares, para nadie es un secreto que hoy existe una contundente mayoría de inconformes en nuestro país, hoy quienes están descontentos por la situación de desabastecimiento, por el alto costo de la vida, por la inseguridad, por la ineficiencia ronda casi el 80 por ciento de los venezolanos pero en honor a la verdad esa mayoría contundente no respalda de igual forma a la unidad democrática y allí el gran reto que es transformar esa fuerza popular que hoy está unida en rechazo a la situación actual en un gran movimiento popular que nos conduzca a una victoria electoral para lograr ese cambio, vale la pena recordar que en abril de 2013 con Henrique Capriles a la cabeza la unidad democrática unidad alcanzo su más alto nivel de apoyo popular.
La tercera tarea es luchar unidos para el cambio del poder electoral y en este punto no se trata solamente de la renovación de los rectores del CNE, proceso que está en marcha y debe formar parte principal de la agenda de lucha para lograr la designación de verdaderos árbitros electorales y no militantes de partidos disfrazados de rectores, sino que también debemos trabajar para poner fin a los abusos constantes que ocurren en los procesos electorales como el grosero ventajismo electoral que cada vez se hace más evidente. Hoy en Venezuela no se compite contra un candidato sino contra el Estado en condiciones verdaderamente desproporcionadas.
La ultima tarea y no por ella la menos importante, sino cronológicamente posterior a las anteriores es GANAR con contundencia la mayoría de la Asamblea Nacional, elección que deberá celebrarse en aproximadamente un año. Lograr la mayoría en la Asamblea Nacional es sin duda alguna la posibilidad cierta de poner una institución tan importante al servicio del progreso de nuestro pueblo. En pocas palabras ganar la AN es ganar Venezuela.
Posiblemente hacen faltas otras tareas, pero estoy seguro que estas son indispensables para el cambio hacia el progreso.
A TRABAJAR!!!
@calderajuan