Recorrer Maracaibo sin “toparse” con letreros o personas que informan sobre la falta de agua resulta cada vez más difícil. La sequía se ha acentuado a tal punto, que ha obligado a modificar horarios de centros de primera necesidad como hospitales y clínicas, y suspender servicios como las lavanderías. Panorama
Baños cerrados parcialmente en los centros comerciales y autolavados con horario reducido son solo una muestra de los efectos de la que es descrita por el titular del Ministerio del Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, como una de las sequías más intensas que ha vivido el país en los últimos 60 años.
Por su parte, el presidente de Hidrolago, Freddy Rodríguez, manifestó a PANORAMA esta semana que “no ha habido nubes con densidades suficientes para el bombardeo”.
Ni una nube. El cielo marabino se mantiene más azul que nunca, salvo el chaparrón ‘instantáneo’ que cayó el pasado sábado en la noche y que absorbió la seca tierra en cuestión de minutos. Mientras, hospitales y clínicas comienzan a tomar medidas de emergencia por la falta de agua. “No hay agua” parece ser el cartel de moda en la ciudad, azotada por la sequía.