El Gobierno español expresó hoy su pesar por la pérdida de vidas humanas provocada por el terremoto que afectó ayer a la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, y que hasta el momento causó 400 muertos y más de 1.800 heridos. EFE
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores español, el Ejecutivo transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas y a las autoridades chinas, así como su deseo de que los heridos tengan una pronta recuperación, y que la población de las regiones afectadas pueda volver a la normalidad cuanto antes.
Un equipo de más de 20.000 militares, policías y bomberos busca hoy a los posibles supervivientes del seísmo, de 6,5 grados, que golpeó el condado de Ludian, de más de 400.000 habitantes y ubicado en la provincia sureña de Yunnan, un área remota exclusivamente agrícola y con viviendas muy vulnerables a temblores, de vieja construcción y de madera.
Las autoridades culparon de la elevada cifra de víctimas a la fragilidad de las viviendas, la densidad de población del área afectada y la poca profundidad del epicentro del terremoto, lo que aumentó la posibilidad de desastres secundarios como corrimientos de tierra.