“Mamá, este brote es muy malo, tenemos miedo”. Esas fueron las palabras que, entre lágrimas, transmitieron a Nanah Kamara, empleada del consulado de Sierra Leona en Madrid, sus hijas desde un pueblo cercano a Freetown, capital de uno de los países más afectados por el brote de Ébola.
Enrique Delgado Sanz / EFE
“Ayer estuvimos hablando hasta las doce de la noche. Mis hijas lloraban y yo también, no pueden moverse de casa”, relató la madre, quien admitió, en declaraciones a Efe, “tener miedo” de que sus “niñas”, como se refiere a ellas, se puedan contagiar.
“El sitio donde vive mi familia es muy malo, al estar cerca de la costa, si una persona se contagia todo el pueblo puede caer enfermo después”, lamentó Kamara, quien reconoció que las condiciones sanitarias en Sierra Leona distan mucho de ser las mejores.
Los médicos locales están abandonando los hospitales en los que trabajan por miedo a contagiarse, afirmó Kamara. Y la situación se ha extendido incluso a los centros sanitarios más importantes del país.
“El hospital más grande, Connaught, ha cerrado porque los doctores no quieren trabajar, tienen miedo, nadie quiere trabajar con enfermos”, lamentó.
Con todo esto, no sorprende que la mujer califique la situación en su país de “fuera de control”, porque además de las deficiencias en el sistema sanitario, hay muchos otros problemas que crecen con el paso de los días.
“No hay comida, la gente se está encerrando en casa y no puede moverse”, explicó la empleada del consulado de Sierra Leona al indicar que la comunidad sierraleonesa en España se está poniendo en marcha para intentar ayudar a sus familiares y amigos en África.
De hecho, representantes de esta colonia de inmigrantes intentan organizar una concentración para el sábado frente al Ministerio de Sanidad en Madrid con el fin de pedir ayuda para su país porque, según afirma Kamara, “desde casa no podemos hacer nada”.
La intención es “que pueda venir gente desde todos los puntos de España donde haya ciudadanos de Sierra Leona” -como Bilbao, Gerona, Canarias o Barcelona: “Hay que pedir ayuda, porque nuestras familias están muriendo”, subrayó.
En estos momentos de caos, angustia y descontrol en Sierra Leona, la radio es un buen aliado para la población y Kamara explicó que a través de las ondas se ha advertido a los ciudadanos de que si van a salir de casa “se duchen con agua caliente y sal”.
Muchos sierraleoneses buscan ayuda en el Consulado para intentar traer a sus familias a España o para tratar de ayudar de alguna forma a sus seres queridos.
“La gente está trayendo medicinas al Consulado, pero el problema es que no tenemos dinero para enviarlo hasta nuestro país”, lamentó Kamara, quien reconoce que la desesperación que ella siente desde que surgió el brote del virus hemorrágico, lo viven también otros muchos compatriotas que residen en España.
“La hermana de una mujer que vive en San Sebastián fue la primera en morir a causa del Ébola en Sierra Leona (…) todos tenemos familia en los hospitales y en las localidades afectadas”, dijo.
Sierra Leona es junto a Liberia y Guinea Conakry uno de los países más afectados del brote del virus de Ébola, que ha causado la muerte de alrededor de un millar de personas debido a las grandes deficiencias de sus sistemas de salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que declaró el viernes que hay una situación de “emergencia pública sanitaria de preocupación internacional”. EFE