Cuba ha cambiado su enfoque en la exploración petrolera en alta mar para concentrarse en energías renovables y mejorar la producción de crudo con la perforación de pozos en tierra, debido a la falta de interés de empresas extranjeras en la extracción en aguas profundas, dijeron a Reuters fuentes cercanas a la industria.
Con gran cantidad de petróleo de fácil acceso en todo el mundo, las compañías petroleras, incluyendo aliados como China y Rusia, ven pocos incentivos para la exploración en la isla caribeña, lo que retrasa el sueño de Cuba de encontrar riqueza petrolera que inyecte vigor a la revolución socialista.
El embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba complica aún más los planes de perforación, por lo que el país está buscando inversores en energías renovables, como la biomasa y el viento, mientras busca aumentar la producción de los actuales pozos en tierra y en aguas poco profundas.
La empresa estatal rusa Rosneft y la Chinese National Petroleum Company (CNPC) acordaron por separado el mes pasado ayudar a Cuba a extraer más petróleo pesado en la tradicional faja noroccidental, pero no firmaron acuerdos en la perforación en aguas profundas.
El cinturón de petróleo pesado, situado al noroeste de la isla, tiene una extensión de unos 320 kilómetros a lo largo de la costa norte desde las provincias de La Habana a Villa Clara, y a unos cinco kilómetros mar adentro.
En la zona se produce crudo de mala calidad que cumple con el 40 por ciento de las necesidades del país.
Rosneft y CNPC también apoyarán la perforación horizontal de nuevos pozos en la costa para unirse a la firma canadiense Sherritt International y a otra compañía estatal rusa de petróleo, Zarubezhneft.
Cuba tenía la esperanza de que Rusia y China, cuyos presidentes visitaron en julio la isla, podrían explorar los yacimientos costa afuera en aguas profundas, que el Gobierno comunista dice que pueden tener hasta 20.000 millones de barriles de petróleo, con lo que pondría fin a su dependencia de Venezuela, su aliado socialista.
Venezuela envía unos 115.000 barriles diarios de petróleo a Cuba en condiciones preferenciales de pago.
“Los cubanos han dejado de hablar de la exploración de petróleo en alta mar en los medios estatales de comunicación y en privado parecen más interesados en los nuevos métodos de recuperación de los pozos ya existentes, proyectos de biogas y parques eólicos”, dijo un diplomático europeo.
Tres pozos en aguas profundas cubanas, que fueron perforados en 2012 por compañías de España, Noruega, India, Malasia, Rusia y Venezuela, se encontraron secos.
Todas las empresas, menos la firma estatal noruega Statoil ASA y la estatal venezolana PDVSA, se han retirado. Estas últimas permanecen en Cuba pero han aplazado los planes de perforaciones.
GRAN APUESTA
La difícil condición geológica de la zona, las perspectivas y alternativas en otros sitios, así como las sanciones de Estados Unidos -que requieren que las plataformas tengan menos de un 10 por ciento de tecnología estadounidense por el embargo a Cuba- están desalentando nuevas perforaciones, según diplomáticos occidentales.
“La exploración no es de un sólo intento, pero en Cuba sí lo es. La perforación es como jugar una vez a la ruleta rusa con 100 millones de dólares en fichas”, dijo el diplomático de un país que participó en la exploración.
Jorge Piñón, un experto en petróleo cubano de la Universidad de Texas en Austin, dijo “que están cambiando su enfoque y los esfuerzos a los reservorios costeros conocidos, más que por los yacimientos desconocidos en aguas profundas en alta mar”.
Los yacimientos de crudo pesado de Cuba tienen un factor de recuperación de alrededor del 10 por ciento (10 barriles por cada 100 barriles en un pozo), debido a la viscosidad del petróleo y la porosidad de las formaciones rocosas de las que se extrae, dijo Piñón.
“Si Cuba tiene éxito podría aumentar su factor de recuperación actual del 10 a quizás a un 17-20 por ciento, agregar 12.000 a 15.000 barriles de nueva producción si no más a su nivel actual de aproximadamente 50.000 barriles diarios”, agregó.
El vicepresidente cubano y miembro del Buró Político del gobernante Partido Comunista, Marino Murillo, dijo en julio ante el Parlamento que Cuba planea destinar 3.600 millones de dólares en los próximos 15 años al desarrollo de energías alternativas que ahora era una prioridad para la inversión extranjera.
Murillo dijo que el 96 por ciento de la generación de energía provenía del petróleo y que para el 2030 el objetivo era reducir esa cifra a un 76 por ciento, y el resto procedentes de 19 plantas de bioelectricidad conectadas a ingenios azucareros, más 13 parques eólicos e instalaciones solares.
Murillo no mencionó la exploración de petróleo en aguas profundas.