La elección de vehículo del papa Francisco durante su visita de cinco días a Corea del Sur ha sorprendido a muchos en este país donde los personajes importantes rara vez salen a la calle en cualquier vehículo que no sea un auto lujoso.
Después de su llegada el jueves, el papa salió del aeropuerto en un compacto negro Kia que muchos surcoreanos considerarían un medio de transporte demasiado humilde para una gran figura mundial.
Con la transmisión televisiva en directo, el papa subió al asiento trasero del Kia Soul con forma de caja, bajó la ventanilla y saludó. Rodeado de unos pocos sedanes negros más grandes, el coche compacto del papa se dirigió a Seúl.
La frugalidad y actitud humilde de Francisco han recibido una amplia cobertura en Corea del Sur, un país altamente competitivo que celebra ostentosas muestras de estatus y riqueza. Este rasgo nacional se puede ver en un auge de sectores como la tutoría privada y la cirugía plástica.
Las imágenes del pontífice sonriente dentro de un auto modesto conmovieron a la gente. Un surcoreano tuiteó el mensaje “El papa anduvo en el Soul porque está lleno de alma”: un juego de palabras porque “soul” significa “alma” en inglés.
Para el hombre al que han llamado “el papa del pueblo” la elección tiene sentido. Francisco ha evitado los papamóviles blindados que sus predecesores utilizaban en viajes al extranjero e instó a los sacerdotes de todo el mundo a viajar en autos no ostentosos.
Dentro del Vaticano, Francisco prefiere un Ford Focus azul o, cuando está en la Plaza de San Pedro, un vehículo blanco descapotado que le permite un contacto más cercano con los fieles.
Los medios de comunicación surcoreanos informaron ampliamente que el papa pidió el coche surcoreano más pequeño durante su visita. El Soul es el segundo modelo más pequeño de Kia y al parecer ofrece más espacio para las piernas que otros coches compactos.
Ya de por sí entusiasmados por la primera visita papal en 25 años, los surcoreanos parecieron fascinados por el automóvil modesto en que se movilizó el visitante. “Me siento honrado de que el papa Francisco no esté en un vehículo blindado”, comentó Shon Cho-eun, estudiante cristiano. “Espero que llegue a salvo y nos deje mensajes positivos”. AP