El Sindicato de trabajadores de El Universal, ante los hechos afirmados de censura dentro de sus publicaciones, especialmente con el caso Sidor, emitieron un comunicado con sus expresiones al respecto.
A continuación el comunicado:
Nosotros, periodistas e integrantes de la redacción del diario El Universal, queremos expresarle al país en general y, especialmente a los lectores que nos han acompañado con su confianza por décadas, nuestra preocupación por los cambios que se han registrado en los lineamientos dictados para el ejercicio de nuestras labores, a raíz del cambio de propietarios, por todos conocido.
Reunidos en asamblea de redacción la tarde del viernes 15 de agosto, acordamos expresar nuestra alarma por una serie de acontecimientos que tuvieron su clímax con la supresión, la noche del jueves 14 de agosto, de una información de alto interés nacional, relativa al conflicto obrero-patronal en Sidor, que llevaba por título “Trabajadores de Guayana marcharon en apoyo de Sidor”, y que recogía las incidencias surgidas en esa región a raíz de la firma del contrato colectivo de dicha empresa.
El acontecimiento en cuestión fue reflejado, con sus diversos matices, por toda la prensa nacional y regional y resultaba no sólo periodísticamente inadmisible su censura, sino ocioso sustituir -por directrices ajenas a la redacción- la información transmitida por nuestro corresponsal en la zona por la versión oficial de AVN, que reflejó exclusivamente la óptica gubernamental, siendo parte importantísima de esa noticia la denuncia de los trabajadores contra su representación sindical.
En entrevista en nuestras páginas, el presidente de El Universal, Jesús Abreu Anselmi, señaló el domingo 13 de julio lo siguiente: “En ese sentido suscribí un postulado establecido, hace muchos años, por el poeta Andrés Mata, que apareció en la presentación de esta nueva etapa del El Universal, el sábado 5 de julio. Allí insistía en que lo importante es la imparcialidad, la inclusión de todas las tendencias políticas, la independencia de cualquier parcialidad partidista o personalidad y asegurarse de que siempre aparezcan las dos caras de la moneda”.
Estimamos que si un acontecimiento requería, para cumplir los postulados citados por el señor Abreu, recoger las dos versiones de los actores en conflicto, era este sobre las protestas en la siderúrgica. El daño ocasionado a la credibilidad de este diario centenario del que somos y nos sentimos parte, es mayor que el daño político causado al Gobierno ante un hecho notorio, público y comunicacional de alcance nacional e internacional.
Asumimos los cambios sin estridencias ni alarmismo, pero ratificamos nuestro compromiso con la verdad, con el ejercicio ético del periodismo y con los ciudadanos que merecen verse reflejados por igual en los medios de comunicación. Si en algún momento esto dejó de ser así se debe a la propia decisión de sectores que prefirieron autoexcluirse de las páginas del diario.
Apostamos a la rentabilidad y viabilidad económica de este medio, ya que además de ser una importante fuente de empleo, debe continuar siendo un espacio propicio para el debate público de las ideas y se corresponde con un ejercicio ético del periodismo velar porque los fines últimos de nuestro trabajo sean sociales y no se encuadren con intereses políticos ni económicos.
Periodistas e integrantes de la redacción del diario El Universal
Caracas, 17 de agosto de 2014