Viajar por las carreteras del país es un verdadero desafío, cada vez que lo hacemos arriesgamos la vida. Hace un tiempo escribí acerca de este tema y hoy, muy a mi pesar, concluyo que no se ha resuelto nada. El mal estado de las autopistas y carreteras del país se ha incrementado. La iluminación está ausente en casi que todas partes. Huecos, fallas de borde, en muchos casos un asfaltado que en vez de resolver deja el pavimento irregular lo que puede ocasionar accidentes. Lo peor: no hay seguridad. No se observa vigilancia, los puestos de auxilio vial, donde los hay, la mayoría de las veces están sin funcionarios, sin patrullas y sin grúas. Quedarse accidentado es una calamidad, un alto porcentaje es atacado por las bandas que operan con la mayor impunidad, de eso leemos constantemente las denuncias de las víctimas.
Por si fuese poco, los que viajan en autobús no solo corren el peligro de tener algún percance al caer en un hueco, impresiona la cantidad de unidades que son víctimas de las bandas que atracan a los pasajeros despojándolos de sus pertenencias. Uno se pregunta, acaso no pueden instalar puestos de control a todo lo largo y ancho de las carreteras y autopistas, cámaras de seguridad en los autobuses para que quede filmado quienes son los delincuentes, sistemas de alarma que permitan al chofer alertar a las autoridades para que vayan en su auxilio. Definitivamente el Gobierno no asume el compromiso de brindar seguridad, lo que queda evidenciado todos los días al ver la cantidad de delitos, asesinatos y hurtos que se registran.
Tampoco le interesa al gobierno la vialidad, pequeñas obras que sirven de pañitos calientes para aparentar que se está mejorando, pero la realidad es que las autopistas y carreteras del país son una calamidad.
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Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv