Matthew Moore, un hombre de 46 años residente en Los Ángeles, no imaginó que un chequeo rutinario con su doctora de cabecera arrojaría como resultado que padece de “homosexualidad crónica”.
El hombre quedó en shock cuando encontró la conclusión de la profesional en su historial médico.
Moore se había practicado el exámen médico hace algunas semanas y cuando volvió a recoger los resultados se sorprendió al ver que a lo largo de su historial clínico aparecía constantemente el término “homosexualidad crónica”, asociado al código 302.0, utilizado en el estado en 1973 para definir a los homosexuales.
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